Resumen de los principales parámetros a tener en cuenta en el desarrollo de los contenidos de las sesiones de entrenamiento de running
Sectores energéticos
Para funcionar, los músculos necesitan energía. Para proporcionar la energía necesaria para la contracción muscular, el corredor utiliza dos tipos de vías: la vía aeróbica (con entrada de O2) y la vía anaeróbica (sin entrada de O2). En las carreras de duración, la energía proviene principalmente del sector aeróbico. El sector prioritario a desarrollar en el corredor de fondo es el sector aeróbico.
Combustible muscular
En el sector aeróbico, la energía se suministra a partir de oxígeno y combustible. Este combustible muscular es proporcionado por los nutrientes: carbohidratos, grasas, proteínas. Los nutrientes son transformados por el cuerpo antes de que puedan ser utilizados por los músculos. Los nutrientes más accesibles son los carbohidratos, que se convierten en glucógeno.
El uso de glucógeno permite ir rápido y el uso de lípidos permite durar mucho tiempo. Durante largos períodos de tiempo, es necesario proporcionar azúcar al cuerpo para ahorrar reservas de glucógeno, pero también para permitir la descomposición de los lípidos en combustible muscular. Mediante procedimientos de entrenamiento adaptados, se puede mejorar la capacidad de almacenamiento de glucógeno muscular y hepático (hígado), así como la capacidad del cuerpo para ir y utilizar todo lo que hay en el stock de lípidos de forma prioritaria (preservando así las reservas de glucógeno).
Para bajar de peso, hay que correr despacio. En caso de delgadez extrema, el corredor llega en una situación aberrante: se ve obligado a degradar sus propios músculos para poder hacerlos funcionar.
El O2 pasa al torrente sanguíneo a través de los pulmones. En los pulmones, la sangre se enriquece con O2 y se elimina el CO2. Para ser llevado a los músculos, el O2 utiliza un transportador: la hemoglobina. Se fija en él y se libera en zonas donde hay escasez de O2. Para acercarse lo más posible a la célula, debe utilizar una red de vasos muy finos (capilares). Cuanto más se desarrolla esta red, más O2 llega a las células. El entrenamiento mejora el desarrollo de la red capilar y la calidad del intercambio de gases entre los pulmones y la sangre.
Frecuencia cardíaca (HR)
Para aumentar la cantidad de O2 suministrada a los músculos, es necesario aumentar la HR. La FQ no puede aumentar indefinidamente. Una vez que se alcanza la HR máxima, la cantidad de O2 suministrada a los músculos ya no aumenta, y el entrenamiento mejora el rendimiento del corazón. Su volumen interior aumenta así como la fuerza con la que se contrae. Con cada contracción, la cantidad de sangre (es decir, O2) que se lleva a los músculos es mayor. La FC es representativa del nivel de estrés en el sistema aeróbico. Para la formación, la HR máxima es un punto de referencia muy útil. En la descripción de una sesión, las intensidades se pueden indicar en % del valor máximo.
Bibliografía
Correr en armonía - Cyrille Gindre, edición Volodalen, 2005
Fisiología y metodología del entrenamiento - Véronique Billat, edición De Boek, 2ª edición, 2003