Daughter Of The Sea – House Of Wolves

Silencio, parad, dejad de hacer lo que se que estéis haciendo, porque nada puede ser tan importante en este preciso segundo como lo que viene detrás de estos dos puntos: ayer fue el día en el que ¡por fin! pudimos escuchar algo nuevo de House Of Wolves, el proyecto artístico de Rey Villalobos. Los que siguen el blog hace tiempo saben que, en lo que se refiere a  “Fold In The Wind“, el disco con el que debutó hace dos años (tres si contamos las primeras ediciones, autopublicadas), el que esto escribe no puede ser sino absolutamente parcial. Hasta tal punto me sobrecoge, hasta tal punto encuentro que aquel disco es una de las colecciones más hermosas, más devastadoras y más emocionantes que se han publicado en este siglo. Sí, lo sé, ya lo avisé: voy a ser absolutamente subjetivo.

A tenor por lo escuchado, el que será el segundo disco de House Of Wolves sigue abonado a la excelencia y la más lacerante sensibilidad: “Daugther Of The Sea” es la primera pista que conocemos de este trabajo, y la elección, por lo que se ve, no es casual. Para empezar, es la que da título al álbum, algo que, cuando ocurre, nunca es sin intencionalidad. Esto es lo que el mismo Villalobos comentaba al respecto a la conocida web The Line Of Best fit:

“‘Daughter Of The Sea‘ da su título al álbum porque creo que captura como ninguna otra canción el sonido que asocio con un momento y un lugar concreto, la costa este de Irlanda, y porque la escribí  durante mis sesiones de grabación en ese lugar. Estaba trasteando con la progresión de acordes entre toma y toma, y el productor del disco (Darragh Nolan)  me preguntó qué era aquello. Le dije que algo en lo que andaba trabajando, pero que aún no tenía letra, y él me pidió que por favor lo terminara, porque quería grabarlo. Sólo tenía la parte de la guitarra, así que terminé de escribir la letra en ese mismo día, y lo grabamos al llegar la noche. Es una de esas canciones en las que la letra llega a tí como caída del cielo, si es que no lo hizo a través del mar de Irlanda”.

Efectivamente, este disco que se publicará el próximo 7 de abril (tengo la fecha marcada en rojo) en el pequeño sello irlandés Dusk Dais Dawn, fue grabado en mayo del año pasado en la isla atlántica.  Pero atención, porque no se acaban aquí las buenas noticias para los aficionados a la música excelente: en agosto del mismo año 2014, Rey Villalobos aún se dedicaba a grabar un segundo disco en latitudes -esperamos que tan sólo geográficas- bien distintas: la banda al completo (Brian Wright a la batería, Nate Ashley al bajo y Amanda Lawrence como responsable de la viola y el cuarteto de cuerda) se trasladaba a Portland, y se ponía en manos del productor John Askew con un repertorio de nuevas canciones. De ese segundo trabajo aún no se conocen título o fecha de publicación, pero podéis estar seguros de que estaremos pendientes: si hay una persona ahora mismo a la que seguir la pista, esa persona es Rey Villalobos.

Vamos pues con “Daugther Of The Sea“, la canción. Lo que os espera después del click que inicia la reproducción exige ser escuchado con la máxima atención, así que mucho mejor si es con unos buenos cascos. La sobrenatural garganta de Villalobos deja que sus versos caigan como rocío sobre los delicados arpegios de guitarra, claramente deudores de Leonard Cohen, y la grabación permite aún que se cuelen en la pista los trinos de los pájaros o la propia respiración del cantante. Como ya ocurriera en sus anteriores canciones, la naturalidad de la producción no resta calidad a la misma, sino que por el contrario nos convierte en testigos privilegiados de una sobrecogedora intimidad. Es una maravilla, claro, y se instala de forma automática en mi carpeta de canciones favoritas, al menos hasta que alguna de las otras siete pistas que integran el álbum se haga pública, y se atreva a disputar el trono de la más sublime melancolía:  va a costarnos esperar hasta entonces…

Publicado en: RevelacionesEtiquetado: Daughter Of The Sea, Dusk Dais Dawn, Folk, House Of WolvesEnlace permanenteDeja un comentario