David Botella y Debbie Martín: Los monstruos de Bajo de la cama

Publicado el 06 abril 2016 por Libros Prohibidos @Librosprohibi2

Año: 2015
Editorial: 120 pies
Género: Infantil
Valoración: Está bien

Antes de nada, tengo que decir que esta reseña está escrita por mí, pero las impresiones no son solamente mías, ya que para escribirla he experimentado con los más pequeños de la casa.

ADVERTENCIA: los niños son un publico bastante crítico y nada objetivo, algo muy importante antes de hablaros sobre el libro que tengo entre manos. Se trata de Los monstruos de Bajo de la Cama, un pequeño bestiario ilustrado por David Botella y Debbie Martín, pero que en realidad fue escrito por Amélia Miller, una mujer que dejó su hogar para poder catalogar a todos los moradores que viven bajo las camas.

Primero voy con mi opinión personal, aunque en este caso no es la más importante, o eso creo. A mí no me ha terminado de gustar este cuento. Empieza bien, la primera página augura una lectura entretenida, pero después se desinfla: no cumple con las expectativas. Algunos de los monstruos tienen su gracia y el final cierra muy bien el conjunto, pero el catálogo de monstruos es desigual y algo monótono. Las ilustraciones sí que me han parecido originales y llenas de imaginación, con ese toque infantil de colorear y salirse despreocupadamente de los bordes.

Mis monstruos preferidos: Almohácaro “el gestáltico” y Las cuatro esquinas.

Pero no nos centremos en mí, sino que vayamos a ver los resultados del experimento especial al que he sometido este cuento. El primer especimen investigado es Lucien, dos años y medio. Se ha reído mucho con el monstruo Escalón, cuando llegaba ahí me decía: “¡Oto!”, que en jerga infantil quiere decir “lee esto otra vez como si no existiera nada más para ti”. Por lo demás se ha dispersado un poco. Es posible que el sujeto en cuestión sea demasiado pequeño.

El segundo especímen es Asiel, siete años. Ha podido dejar testimonio de su experiencia en una grabación top secret cuyo contenido transcribo aquí:

“¡Me ha encantado! Sobre todo el monstruo ese: slakdlrijoiii, no sé como se pronuncia, pero me ha gustado mucho y me ha parecido muy gracioso el que está cubierto con una bufanda…”

También ha dicho que aunque no tuviera ilustraciones podría imaginárselo todo perfectamente por las descripciones. Como apunte final, el sujeto número dos ha propuesto desde ahora hasta el fin de sus días, barrer más a menudo bajo la cama como forma de evitar el robo indiscriminado de sus calcetines.

Haciendo el difícil ejercicio de analizar los resultados de este experimento y ponerlos en una balanza, llegamos a la conclusión de que Los monstruos de Bajo de la cama es un cuento divertido. Fin del informe.

Me voy a barrer de Bajo de mi cama.

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