David Bowie - Heathen (2002)

Publicado el 13 enero 2016 por Savoytruffle

Bowie en el año 2002 realiza su enésimo giro, su enésima vuelta de tuerca. Heathen significa algo así como "pagano" y es el regreso a la producción de Tony Visconti, después de 20 años, además de que en el disco colabora gente de la talla de Pete Townsend o Dave Grohl. Carlos Alomar y Mark Platti se encargan de las guitarras y desaparece Reves Gabrels.
Aquí vuelve a demostrar que es un adelantado a su tiempo, después de que en ...Hours hiciese un disco más clásico y orientado al pop, menos sorprendente, pero no por ello menos bueno ni mucho menos. 
Ya desde la portada del álbum vemos algo distinto, es un Bowie robotizado y alienado, con aspecto metálico. En el libreto hay pinturas rasgadas y mutiladas, dibujos sin terminar, etc., además de referencias a Freud, Einstein y Nietzsche. 
Musicalmente Heathen es un portento y su temática se centra en muchas canciones en la degradación de la humanidad y del mundo en general. Recordemos que justo un año antes fueron los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, ciudad en la que Bowie vivía hacía ya bastantes años, y aunque él negó en su momento que ese acontecimiento fuera clave para la concepción del álbum, si que le afectó profundamente. En una cosa poco común en él, el álbum contiene 3 versiones, una de Pixies, grupo al que adoraba, otra de Neil Young y por último una de Norman Odam. Aquí hay rock, pop, medios tiempos, baladas a su estilo, también canciones de onda más futurista, y ante todo un poso de madurez, elegancia y calidad, que ya era una seña de identidad, además de participar músicos asentados en su banda como Gail Ann Dorsy al bajo y tanto Matt Chamberlain como Sterling Campbell a la batería.
Comienza el disco con Sunday, un clamor sensible, casi dramático, con esas señales iniciales y su voz, hasta que llega el cambio de ritmo donde el bajo está muy presente, y a pesar de estar compuesta antes de los sucesos del 11-S, describe un retrato perfecto del estado de ánimo de la gente en esa época. Cactus es la versión de los Pixies, una banda al igual que Sonic Youth importantísimas y muy valoradas por el Duque Blanco, no tanto así por el público americano, sobre todo los primeros, y curiosamente el genio toca aquí la batería y hace loops, mientras Tony Visconti toca el bajo. Slip away es una delicia de canción, balada sideral cantada por Bowie, como sólo él puede hacerlo, primero con voz sincopada y luego desgranando tonos brutales, maravilla absoluta con ese estribillo galáctico. Slow burn fue el single del disco donde toca la guitarra y de qué forma Pete Townsend, de manera incendiaria marcando toda la canción de manera descomunal, fantástico corte, aunque su letra es melancólica tirando a triste. Afraid es mi favorita del disco por muchos motivos, un medio tiempo rápido, perfectamente ejecutado, con un riff de guitarra inicial para que entre la batería a saco, y esa voz del maestro que se te mete hasta el tuétano, acompañado de una línea de bajo bestial, y también importante el arreglo de cuerdas aquí. Y llega la segunda versión, esta de Tío Neil, que aparecía en el primer disco homónimo del canadiense, y que para David tiene un aire majestuoso, aéreo y de una gran soledad, para la que llamó a Dave Grohl a la guitarra, batería de Nirvana y líder de Foo Fighters, potentísima cover. I would be your slave comienza la segunda parte del álbum, una canción sólo posible en manos de un crack absoluto como el inglés, tema subyugante que es como una oración a Dios, con el añadido del cuarteto de cuerda que participa en el álbum (Scorchio Quartet de New York), y llena de mil matices. I took a trip on a Gemini Spaceship es la última versión que contiene el trabajo de un artista de Austin, Texas (Legendary Stardust Cowboy) al que el Duque birló una parte del pseudónimo para Ziggy, y como una manera de indemnizarle hizo esta cover dándole su toque personal, muy en aire electrónico, dentro de un disco muy poco de ese palo. 5.15 the angels have gone es un tema angelical, con una percusión muy destacada, donde ambos baterías tocan a la vez, clase a raudales. Everyones say "Hi" es una gran canción, pop delicado, con una preciosa melodía y una letra sobre la muerte, pero con esperanza. A better future es una canción cuya letra habla de querer vivir en un mundo mejor, y que musicalmente me parece la más simple del álbum, pop bastante light bajo mi opinión. Heathen (The rays) remata el álbum, la canción que da título al mismo, y menuda manera de acabar un disco, una canción triste pero que a la vez es muy atrayente, como una cosa que temes pero a la vez te atrae irremediablemente, oscura, frágil y trágica a la vez, todo glorioso en una misma canción, final en todo lo alto.

En definitiva un disco que contiene momentos memorables, y que como conjunto es extraordinario, obra colosal, donde todo está medido y calculado al milímetro, rodeado de músicos de una altura gigantesca y un productor con el que siempre se entendió a las mil maravillas.
Os dejo con el vídeo de Slow burn.