Bowie en el año 2002 realiza su enésimo giro, su enésima vuelta de tuerca. Heathen significa algo así como "pagano" y es el regreso a la producción de Tony Visconti, después de 20 años, además de que en el disco colabora gente de la talla de Pete Townsend o Dave Grohl. Carlos Alomar y Mark Platti se encargan de las guitarras y desaparece Reves Gabrels.
Aquí vuelve a demostrar que es un adelantado a su tiempo, después de que en ...Hours hiciese un disco más clásico y orientado al pop, menos sorprendente, pero no por ello menos bueno ni mucho menos.
Ya desde la portada del álbum vemos algo distinto, es un Bowie robotizado y alienado, con aspecto metálico. En el libreto hay pinturas rasgadas y mutiladas, dibujos sin terminar, etc., además de referencias a Freud, Einstein y Nietzsche.
En definitiva un disco que contiene momentos memorables, y que como conjunto es extraordinario, obra colosal, donde todo está medido y calculado al milímetro, rodeado de músicos de una altura gigantesca y un productor con el que siempre se entendió a las mil maravillas.
Os dejo con el vídeo de Slow burn.