Hay un comienzo y un final climáticos, y en el medio el pop de Rattle That Lock y Today (con el metrónomo ajustado un par de puntos arriba del promedio Floyd) y canciones jazzeadas y nocturnas como Dancing Right In Front of Me o The Girl in the Yellow Dress, completando con momentos acústicos y temas que bien podrían haber estado en A Momentary Laps of Reason o Division Bell.
Desde ya que apenas suena la guitarra reconocés al intérprete, y este buen album será la revancha para quienes se sintieron defraudados con el último de Pink Floyd, aquel de las grabaciones del '94 con Rick Wright pasadas por la Moulinex...
Y veamos también a Gilmour y su banda en acción, haciendo los dos primeros cortes en el programa de TV de Jools Holland.
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