¿Esta crisis será similar?
Las crisis se desplazan geográficamente. O sea, el capital jamás resuelve sus problemas: simplemente los cambia de lugar. De modo que creo que en esta crisis estamos viendo la misma clase de reestructuración a gran escala que se inició en Nueva York en los setenta.
¿Nueva York marcó una tendencia?
Fue un caso icónico. Unos años después, en la crisis de deuda en México se tuvo una versión de lo que pasó en Nueva York con los ajustes impuestos por el FMI. Ahora lo vemos en Europa. La consigna suele ser: "¡Salvad a los banqueros; dadles fuerte a los ciudadanos!". En Nueva York la banca se apoderó de la ciudad para forzar los recortes que permitirían que pagara a los acreedores. Fue una especie de golpe de Estado en el que se redistribuyó la riqueza hacia arriba. Esto ya lo estamos viendo en Irlanda.
¿Cree que se aprovechará esta crisis en Europa como se aprovechó aquella?
Ya lo estamos viendo. Países en la zona euro están aún peores que en EE. UU. California, por ejemplo, tiene un déficit más grande que España. Tuvo una burbuja inmobiliaria en la vivienda bastante parecida. Pero California es parte de un sistema federal, así que por lo menos se beneficia de transferencias desde Washington. Nadie habla de quiebra en California. La zona euro tendrá que federalizarse.
¿Por qué se repiten las burbujas y las crisis?
Porque el capital debe buscar salidas para el excedente que genera. Lo vimos con la suburbanización de las ciudades estadounidenses tras la Segunda Guerra Mundial, que canalizó el excedente en la construcción de enormes áreas metropolitanas de Nueva York, Chicago o Los Ángeles,ayudado por una red de carreteras y transformaciones en infraestructuras financiadas con endeudamiento. En 1973 se pinchó la burbuja inmobiliaria mundial y la crisis fiscal de Nueva York fue el ojo del huracán. Acaba de pasar algo parecido con el frenesí de construcción que vimos en casi todas las ciudades del mundo en los años de la burbuja. Ahora sólo quedan China y Asia. Pero la crisis se desplaza. Crece la inflación. China está en el filo de la navaja.
¿En Nueva York en el año 1975 hubo alguna alternativa a la austeridad?
La ciudad tuvo que atender a las necesidades de los banqueros de inversión reduciendo el nivel de vida de los ciudadanos. Es lo que pasa cuando Merkel da la señal de que los tenedores de bonos deberán asumir pérdidas en caso de una crisis de insolvencia. Provoca el pánico, y el ajuste se endurece.
¿Y si optamos por no pagar a los acreedores?
En 1830 los estados americanos suspendían pagos de manera constante sobre deuda británica. Argentina lo hizo en el 2001. Y le salió bastante bien.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización