A través de un enlace puesto por @fmaluenda, descubrí hace unos días “El Museo de los Museos Online“. Decir que es de esos enlaces “indispensables” es decir poco. Alberga en su interior puertas a verdaderas maravillas en la red, desde museos de packaging hasta el Smithsonian, pasando por museos de arte japones o, como en el caso que nos ocupa, “photogravures”.
Lo pongo entre comillas y con el nombre original porque mi inglés no llega a saber traducirlo con exactitud, y os explico. La página se llama “The Art of Photagravure“, y está dedicada a mostrar las imágenes y procesos anteriores a la fotografía tal y como la conocimos durante el pasado siglo, con aquello de los rollos, el revelado… (si, se hacia asi, no pongáis esas caras). En la página llaman (o eso me ha parecido a mi) a todos los procesos con el nombre genérico de “photogravure”. Sin embargo, por lo que yo tenia entendido, aquí distinguiríamos entre Calotipia, Daguerrotipo….
En fin, no os quiero aburrir, tan sólo quería indicar un poco por donde podían ir los tiros…. El caso es que es un regalo para eso que tenemos a cada lado de la nariz darse una vuelta y comprobar una vez más que el arte y la belleza nunca han tenido que ver con la maquinaria o el aparato utilizado para reflejarla, sino con la capacidad y necesidad del ser humano de hacerlo. Ya fuera con plata sensibilizada, como hace 200 años, o con bits como en estos días de máquinas digitales tan precisas. El ojo que hay detrás sigue siendo el mismo.