¿Y qué sentido tiene, entonces, que Pedro Sánchez nos sirva esta semana con la famosa foto?(Burdo remedo de una bandera que Aznar quiso izar en no sé qué enclave madrileño, por cierto) Todo el mundo debate hoy sobre este asunto.... que en sí no ofrece grosor suficiente para la meditación, pues debería liquidarse con un par de frases expeditivas (que os ahorro).
Ahora bien, esta tarde bajé a La Central de El Raval para proveerme de lecturas estivales. Crucé la Plaza Universidad. Gran charanga. Y más banderas. Siguiendo las nuevas consignas, imagino. Porque ayer también en el Ayuntamiento de Barcelona se izó OTRA bandera: la arcoiris, que agrupa al colectivo LGTBI (Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersuales... esta última categoría la desconocía, francamente).Vieja Nueva Política, me dije.¿Lo mejor? Lo bien que parecía pasárselo Xavier Trías, que explicaría por qué sigue en la oposición, en vez de irse a su casa y aburrirse. Y el aplauso entusiasta de Boni. Colau discreta, en una esquina.