Ayer por la tarde se cruzaron dos conversaciones en el mundo virtual, que tenían como punto en común, la familia política.
Cada familia es un mundo, y ahí radica la belleza y la contradicción muchas veces.
No voy a decir nada malo de mi familia política, sólo cuñados y cuñada, o tíos de las Genovevas, porque me enveneno y llevo unos días mordiéndome la lengua con algún ser en particular.
Lo que si tengo claro es que mi familia, y por ende, la de mis chicas es la que hemos creado, ellas y nosotros. Les autres: oncles, tantes, grands-pères et future cousine ne sont qu'un appendice qui vont être toujours dans les bons moments, mais qui démontrent, en étapes de tension, qu'ils ne seront pas là.
Y quién sale perdiendo son mis hijas. Que yo no me lleve con alguien de mi "otra" familia no significa que mis hijas tengan que carecer de tío. Yo me esfuerzo por no hacer distinciones, porque si hacen una cosa para uno de los tíos, lo hagan también para el otro (por ejemplo, la felicitación de navidad), que si nos los encontramos por la calle, siempre haya palabras amables y de interés hacia ellos. Porque son familia de mis hijas.
Y dicho esto, y a modo de desahogo ¿con quién te llevas mal de tu familia política? Y como siempre hay que buscar un lado positivo, ¿quién es esa persona de tu otra familia, con la que dejarías a tus hijos sin dudarlo?
P.s. Toda familia tiene su punto débil, y la mía tampoco se queda atrás, pero por lo menos, han demostrado interés y preocupación por las niñas. Y sé que no fallaran en el momento en que les necesite.