Pocas horas antes de que Brasil eligiera presidente Jair Bolsonaro por amplia mayoría, un blanco supuestamente ultraderechista con millones de votos de negros y mulatos, el también blanco Donald Trump, se reunía en Washington con 350 jóvenes republicanos negros con éxito social y económico, unidos en el “Blexit”, un novísimo movimiento que rechaza al cada día más socialista y presuntamente pro-negro Partido Demócrata.
En los 7.000 kilómetros de distancia entre Brasilia y Washington se tendía un hilo invisible que unía importantes grupos sociales hostiles a la izquierda.
Trump le aseguró a sus seguidores que “entre vosotros hay tres o cuatro personas de las que algún día saldrá un gran presidente negro”.
Ellos y Trump se oponen al progresismo blanco basado en ayudas y discriminaciones positivas a las minorías que terminan en familias numerosas monoparentales, con todos, especialmente las mujeres, dependientes de ayudas sociales desde la niñez: al final, pobreza, desesperación, drogas y violencia.
Ambos, Bolsonaro y Trump, exigen trabajo duro y la vuelta a las viejas tradiciones de la iniciativa personal.
Atentos al “Blexit” (blexit.com) en EE.UU. Viene de Blacks, negros, Exit, salida. Dice creadora del término, la joven actriz y directora de comunicaciones de Turning Point USA, Candace Owens, que su idea es que “los negros debemos escapar de la plantación en la que estamos esclavizados y sometidos por el Partido Demócrata con sus ayudas y discriminaciones positivas”.
Y advierte que las áreas del país con mayor pobreza y peor perspectiva para los negros son, precisamente, las gobernadas por demócratas.
Se le han unido muchos miles de negros con éxito. Su mayor propagandista es el famoso y poderoso productor, cantante, diseñador de moda y empresario Kanye West, marido de la también famosa, pero blanca, Kim Kardasian.
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SALAS