Foto de El Mundo. Acto Vista Alegre.
Estamos en el ecuador de la campaña electoral del 28A. Una de las campañas más decisivas para España y a la vez, la que más incertidumbre tiene de las celebradas hasta el momento en nuestra joven democracia, con casi un 30% de indecisos y las encuestas más perdidas que Ulises guiado por las Sirenas. Lo que nos dicen las encuestas sí que es una tendencia. El ínclito "visitante" de la Moncloa, Sr. Snchz, tiene todas las de ganar. Pero ganar, hoy en día, no es suficiente. Los pactos serán esenciales y en este entorno, los partidos de derecha tendrán mucho que decir. Por mi trabajo viajo bastante y me gusta medir el termómetro político social por lo que yo llamo, "Encuesta de barra de bar". Escuchar en todos los lugares en los que uno para los temas de los que habla la gente a la hora del café, del aperitivo, de la caña de después del trabajo, te da el pulso real de la sociedad española. Y guste más o menos, VOX está en boca de todos. Lo que más me interesa es el entusiasmo con el que hablan los que lo defienden. Y eso, no se nota en el resto de partidos. Miras las imágenes de los mítines y falta motivación. Quizá sea el que tengamos por delante dos campañas electorales seguidas y sin tiempo para reflexionar de una a otra. Los militantes son el verdadero motor de un partido y sin ellos, no son nada. Si los militantes no están motivados, la maquinaria del partido, se para de forma imposible de arrancar. Piénselo, VOX no tiene tantos militantes, y vean las imágenes de sus actos de campaña. No paran de llenar y el ánimo que se ve en los asistentes es real. El 28A nos llevaremos más de una sorpresa, como ocurrió en las elecciones andaluzas, pero que luego no se diga que nadie lo avisó. Porque esta vez está todos los días en todos los medios.