Este año además vive nuevas experiencias, como ha sido hablar directamente con uno de los implicados en los regalos, Papá Noel.
La pasada Navidad ni se quiso acercar a ellos, era ver un Papá Noel y huir despavorido, como hacen muchos niños. Y aunque él sigue siendo tímido, y de hecho ha desarrollado una vergüencilla propia de la edad, no tiene reparos en decir lo que quiere y como lo quiere.
El sábado que hicimos el encuentro bloguero en Baby Deli, al salir, vimos a un Papá Noel esperando que los niños se acercasen a él. Debía estar cansaillo el pobre porque no puso mucho entusiasmo, pero a mi hijo eso no le importó. Tímidamente se fue acercando a él, hubo un momento en que dudó, dió algún pasito para atrás, pero después avanzó decidido y confiado:
Peque: - Hola Papá Noel.Papá Noel: - ¡Hola! ¿Cómo te llamas?Peque: - PequePapá Noel: - Te h..... (Papá Noel es interrumpido por una verborrea infantil).Peque: - Papá Noel necesito que me traigas un Hot wheels de Cars, con un Rayo McQueen.Papá Noel: - (ahora sí Papá Noel pudo formular la esperada pregunta) ¿Y te has portado bien?, ¿has sido bueno con papá y mamá, eres obediente?Peque: - (mi hijo muy seguro de sí mismo) síiiiiiiiiiiiiiiiiii.Papá Noel: -¡Ah qué bien!, entonces seguro que tendrás los regalos que pides. ¿Quieres un caramelito?Peque: -(aquí ya el peque pierde todo el pudor, si te le quieres ganar, ofrécele comida o chuches) ¡¡Gracias!!.
Y así se fue tan pancho mi nene, con su deseo pedido y su caramelo en la mano. Eso sí, no consintió subirse encima del grandullón de rojo, supongo que pensaría algo así como "que corra el aire".
Veremos a ver si con los Reyes Magos tiene la misma confianza, y sobre todo, a cuál de ellos elige.
Feliz domingo prenavideño.