Ya comenté en el post anterior que una de las cosas que deberíais hacer en Sevilla es ir de tapas. También mencioné el nombre de un bar donde las ponen de lujo y a muy buen precio. Esta es la historia del Eslava, donde estuve comiendo dos días por recomendación de @Yoriento. Un gran descubrimiento para cuando vuelva a Sevilla. El Eslava ya está marcado en mi lista de lugares recomendables para comer. En este caso, en la capital de Andalucía. En un próximo post hablaré sobre otros buenos bares para tapear, pero el Eslava es uno de los mejores.
Para picar
Para empezar y mientras esperamos una mesa (siempre hay cola, pero en mesa se come mejor) un potaje rico de garbanzos.
También nos animamos con la tapa de bacalao negro y mayonesa de fresa.
Carnes
A pesar de tener un carta rica y variada, nos decidimos por probar distintas carnes en vez de comer los platos elaborados con verduras como el strugel, una tapa que le apasiona a @deimler. Ahí van esos platos no aptos para vegetarianos.
Solomillo de cerdo con salsa de cabrales.
Tiras de pechuga de pollo con curry.
Costillas a la miel. Perfectas para comer justo al final y enlazar con los postres.
Otras especialidades
También decidimos probar una de las tapas insignia del local. Al parecer ganó algún premio y ha sido la mejor tapa de toda Sevilla. Se trata del huevo con bizcocho de boletus. Exquisito.
Postres
El tiramisú es especialmente bueno. Casero y bien elaborado, uno de esos tiramisús que pueden competir con el del mismísimo @wicho.
Helado de turrón de almendra.
Helado de queso viejo. Uno de los mejores que he probado.
Se trata de un gran restaurante donde se come bien y abundante. Por buen precio en vista de la calidad. Siempre está lleno, será por algo. Todo este menú, a compartir y con la bebida, no llegó a 15€ por persona. Merece mucho la pena, a la altura de los mejores pintxos del norte.
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