De cómo comenzar los gastos escolares (y recoger juguetes)

Por Bergeronnette @martikasprez
Hay días que son provechosos porque haces mil cosas, todas con buen fin y quedas satisfecha. Ejemplo de esto fue la tarde de ayer miércoles.Tras las meriendas respectivas de mis grillitos, salimos en dirección al colegio "de los mayores", para comprar los libros de l'aînée. Matriculada en 1º de infantil. Son muchos libros, casi todos, de recortables, de realizar trazos, de colorear, de contar... Más una agenda que se le entregará en septiembre, en clase.Sé que los libros los tendrá que dejar en el colegio, a razón de uno por trimestre en cada área de conocimiento, pero son tan grandes, que mi idea de comprar una mochilita, en la que sólo cupiera el tentempié de mediodía y la ropa de muda (¿!por si hay escapes¡?) se ha esfumado. Además,  en esa zona, el tiempo suele ser fresco,  y tendrá que meter también el abrigo, jersey o la prenda de invierno que lleve...
Cosas como esta son de las que se deberían informar en las reuniones de colegio, porque claro, la vida preescolar queda muy atrás, y no recuerdo qué tipo de mochila llevaba yo. Y además, ¡los tiempos cambian!
Tras recoger la bolsa con los libros, y despedirse con un beso de las dos personas amabilísimas que nos atendieron, fuímos al parquecillo con cuatro columpios y tobogán que hay a la salida -que buena idea, pero tiemblo de cómo se pondrá de lleno cuando salgan todos los niños del cole, y l'aînée quiera subirse a ellos-. Las hermanas subieron, treparon, bajaron, se deslizaron, y tras unos minutos, nos fuímos a buscar los regalos que los padrinos nos habian enviado a través de Imaginarium.
El viaje en coche fue estupendo. Los dvd's del coche estuvieron cantando el CD de los Cantajuego hasta llegar al centro comercial. Y hasta l'aînée se dejó dormir...
Al llegar fuímos directamente a la tienda, estuvimos curioseando los juguetes educativos que tenían, y a l'aînée, le compramos un juego de madera (a los que estoy completamente enganchada) de pasar lazos. Tanto le encantó, que al llegar a casa, estuvo jugando con él hasta la hora de acostarse.
El paquete que venía desde Zaragoza, contenía 5 regalitos. Todos ellos muy adecuados para ambas. El cumpleaños de la petite, de su 1 año, fue el desencadenante de este aluvión de regalos. Los padrinos viven en Zaragoza, y no es por hacer patria, pero ¡la tienda imaginarium es maravillosa! (aunque en Tenerife, también tenemos una por el estilo, Lifer)
Entre los regalos había dos libros, uno para cada una. Desde pequeñas, a ambas les inculco el valor de la lectura, imaginar historias, buscar entre los dibujos de los cuentos... Ellas siempre me ven con un libro -o dos- por casa. Y l'aînée siempre me pide que le dé libros que están en la estantería para verlos.

A ella, le regalaron uno del que ya había oído hablar, ¿A qué sabe la luna?, un libro grande de tapa dura, con dibujos estupendos, y un medidor con los animales del cuento de regalo. Está catalogado como libro imprescindible para la infancia, y si pulsáis el enlace, podéis curiosearlo. Anoche no se lo pude contar, porque estaba entretenida con el juego de madera, pero hoy, se lo leo, y hablamos sobre él. Las ilustraciones, eso sí, le gustaron mucho. Es una historia sobre deseos inalcanzables, como la luna, que pueden hacerse realidad gracias a la unión y la cooperación. Perfecta para su edad, y el momento de madurez de Danièle.
A la petite, un libro grande, grande, un libro de lectura y aprendizaje de fantasía. Con un tema diferente en cada doble página: barco pirata, nave espacial, castillo y bosque fantástico. Ilustrado por Sebastiá Serra, con gran variedad de color, matices y detalles, para mirar con atención durante horas y horas de diversión. Ha causado tanta sensación entre mis hijas, que l'aînée ha querido llevárselo a la guardería para enseñárselo a sus amigos. Por supuesto, ha sido un tira y afloja con ella, porque quería llevarse eso y el juego de madera, más un bolsito con cosas pequeñas, que estaba tratando que no llevara. Al final, su hermana ha compartido su libro con la hermana, y a la guardería han ido con este regalo.
También, como no, un teléfono móvil de última generación, como le gusta imitar todo lo que hacemos, le encanta tener un móvil parecido al nuestro, pero con sonidos divertidos que podrá activar tocando los iconos, cada uno tiene su propio sonido o melodía. Es muy estimulante y favorece la psicomotricidad y el juego simbólico. Ella también ha entrado en la era tecnológica con este móvil.



Yvette curioseando el móvil.
Voy a ver qué ha escrito mamá sobre mí.

Y ya acabamos con el último juego. Un juego de bolos. Son 4 divertidos bolos transparentes con actividades diferentes en el interior: bolitas de colores, rampa en espiral por la que caen dos bolas, una original torre con letras y números y un reloj de arena lleno de pequeñas bolitas que suenan dentro. Incluye una bola para tirar.
Gracias a los padrinos por el envío de estos regalos. Las niñas se lo van a pasar en grande con todas estas cosas.