De cómo ser una líder

A finales de febrero, la maestra me comentó que l'aînée era una de las líderes de la clase. Tenían que hacer un ejercicio, y había puesto juntas a ambas "líderes". La otra líder le saca una cabeza a mi hija, así como casi medio año. Se la ve segura y madura. En el momento del ejercicio, mi hija decidió que no quería hacerlo con su amiga, no recuerdo los motivos, pero si el "enfado" que tenía en el momento de ir a recogerla.
Leyendo posteriormente acerca del liderazgo en niños, he conocido los dos tipos que suelen diferenciarse, el líder negativo y el líder positivo:

Los líderes negativos son niños con problemas familiares que no se sienten suficientemente queridos por sus padres, que no son valorados por ellos como lo que son y que están constantemente siendo cuestionados y exigidos por su rendimiento o comportamiento.

Un líder positivo es aquel que aprovecha su talento en beneficio de los demás y que puede a través de su forma de ser y actuar, ayudar a los otros.

Y, aunque llegué a casa preocupada por el incidente, caí en la cuenta que l'aînée es una líder positiva. Ella se preocupa por los demás niños, habla y juega con todos, empatiza bastante con los problemas, es activa en clase y atenta. Aunque también le gusta recordar las normas, seguirlas y hacerlas seguir. Es querida tanto por los niños de la clase como por cuidadoras, es cariñosa y, a pesar de sus momentos de locura, ayuda siempre con buenas palabras y buenos actos.
¡Quedan cuatro días!