De cómo tomar lácteos de una manera divertida

Por Belen
Ha llegado el verano y con él la época de los helados. Y esto no es solo cosa de niños, a todos nos encantan, nos refrescan, ¡los necesitamos para combatir este sofocante calor!
A mi hijo le encantan, pero como su garganta es delicada solo los toma en esta época del año, donde le dejo vía libre. Si por él fuera se tomaría varios a lo largo del día, pero no se me olvida que hay que cuidar su alimentación. Así que hacemos tratos: “primero fruta y después el helado”, “primero un lácteo y después el helado”. No quiero privarle de ese placer, pero al mismo tiempo tengo que asegurarme de que come bien, sano, variado.
Yo no veo mucho la televisión así que no me había enterado de una novedad la mar de interesante, ¡el yogur helado! Y fue un día haciendo la compra en el supermercado cuando vi Yolado. Es un bote de yogur, algo más grande, pero ¡de yogur líquido! Me sorprendió, lo confieso. Se vende como un yogur cualquiera para que cuando llegues a casa lo puedas meter en el congelador. Y pasadas ocho horas tienes un postre perfecto, sano y helado.
Hay varios sabores: natural, limón, fresa, frutas del bosque, stracciatella….. y en formato individual o familiar. Me encanta el stracciatella y a mi hijo también, ya sabéis que somos fan del chocolate.
Pero como bien sabéis soy curiosa,  me he informado un poquito de esta diferente manera de tomar yogur. Yolado garantiza todos los beneficios del yogur tradicional, está elaborado a partir de leche fresca, cuenta con las ya famosas bacterias probióticas y fruta natural, sin conservantes ni colorantes artificiales. Vamos un yogur en toda regla, pero bien fresquito. Además, algo que seguro que a todas las mamás y papás nos gusta, tiene la mitad de calorías que un helado convencional.
A mi me ha convencido y a Rayo también. Ya sabéis que siempre busco cosas en el mercado que me ayuden a alimentar bien a este pequeñajo, que tantos problemas me pone a veces. Con este producto consigo que tome lácteos pero de una manera divertida. No le digo que no a un helado y no le obligo a tomarse un vaso de leche. ¡El equilibrio perfecto!
Por cierto, ya han sido dos veces las que he ido a comprar y Yolado estaba agotado. Debemos ser muchos padres los que estamos arrasando las estanterías de los supermercados. El reponedor me dijo que lo mejor acudir a primera hora de la mañana.