De cómo vivir unas pre-mini-vacaciones

Por Bergeronnette @martikasprez
Apenas dos días para las vacaciones de verdad, y hemos podido disfrutar los cuatro de unas pre-mini-vacaciones, que nos van a servir de anticipo a las de verdad.En sólo dos días, Danièle, l'aînée dejará la guardería para no volver salvo para acompañarme a buscar a su hermana, y su hermana, Yvette, la petite, tendrá sus primeras vacaciones "racionales", de las que se podrá acordar, o por lo menos disfrutar. Y yo me debatiré entre las vacaciones de hacer un montón de cosas diferentes a las que hago cuando estoy trabajando, y las no vacaciones, porque no coincido con el Marinovio, o padre de las chicas.Estas PreMiniVacaciones me han servido para varias cosas. Una de ellas, calcular mi nivel de aguante y paciencia. Y tengo claro, que sin siesta, no aguanto un asalto. Porque por muy hermanas que sean, estas dos torbellinos se complementan, y cuando una duerme, la otra grita, y salta, y corre, y juega, y... Viceversa.Y  la petite ya conoce varias cosas que le apasionan, con lo cuál hay que tener mil ojos sobre ella, porque es muy espabilada y en cuanto cierras el ojo para parpadear, a ella le ha dado tiempo de girar, saltar, subir, aplaudir y esconderse. Abrir y cerrar. Ni un segundo. Ahora está, y ahora no.Ya no aguanta que la ponga en la silla de paseo si no es para irnos de paseo. Ni que la deje en el parque o en la cuna. Ella quiere explorar e investigar por su cuenta, no conoce el peligro.L'aînée ya era lista y listilla. Pero ahora, parece que necesita que le preste más atención -celos-, y que esté pendiente de todo lo que dice y hace. Y lo estoy. Pero, si ya lo tenía claro, este fin de semana, lo he tenido más claro todavía... Mi hija mayor es... La adoración personificada hacia su padre.Que yo tenía claro, desde que cumplió los dos años que su papá era lo más. Pero, esto merece un tema aparte. Y aún me queda un año, antes que la petite siga sus pasos.
Cuando fuimos a recogerlas a la guardería, antes de su hora, le pregunté a Danièle si sabía adónde íbamos. Y ella contenta a más no poder, dijo: "¡Nos vamos a la playa!".Nada más llegar, quiso ponerse el bañador e ir a la piscina, porque ya habíamos llegado a la aclaración.  Le habían puesto una pulsera en la recepción del hotel y había visto las piscinas. Y después de una hora en el coche, ¿qué niño no quiere ir ya mismo a darse un chapuzón?Así que a las 4 de la tarde, con medio bote de crema en el cuerpo, se metió en la piscina de pequeños. Con su padre. Y así ha sido todo el fin de semana. Mañana y tarde. Fin.
L'aînée ha hecho amigas, ha nadado un poco, ha buceado otro poco, ha subido a la colchoneta, ha llorado porque no le gustaba el agua en la cara, ha hecho actividades con los lápices de colores, hemos leído, ha jugado... Y ha sido divertido. Ella lo ha pasado en grande, ha dormido como un lirón esas dos noches y la del domingo. Ha comido de buffet, bueno, de aquellas maneras, pero por la emoción, imagino.
Me he dado cuenta del aguante que tiene con el pipí, incluso con el agua fría de la piscina, ha aguantado y no ha querido ir al baño hasta horas después. Ha sido capaz de dormir en una habitación desconocida, sola. Ha probado el chocolate con blanco, es decir, batido de chocolate con nata, y se ha bebido varios vasos. ¡Incluso por la tarde! La Madre Tigre tendría que probar esto.Y hasta ha tenido la idea de comprarme un pony rosa, como el suyo, el que le van a traer los reyes magos... Sí, has leído bien, los reyes magos le van a traer un pony rosa, con el pelo de colores (papá, ¿cómo se te ocurre enseñarle la imagen en el móvil?) Pero de repente, ha aparecido con las manos cerradas y diciendo que silencio, porque tenía un pony chiquitito durmiendo dentro de ellas. Un pony rosa. Claro.Y ya ni te cuento las conversaciones faraónicas que tenía a la hora de las comidas, que si los niños sólo jugaban con juguetes, y las niñas con los ponys. Pero también con los juguetes de los niños. Que papá es un chico, y sólo podía jugar con juguetes como coches. Y que yo, su madre, también era una chica, y que yo sí podía jugar con los ponys. Y además, tenía una amiga que se había caído de una montaña, pero no fue al médico, porque llegó spider man, con las manos así -y hace el gesto del super héroe de cuando lanza las telas de araña-y la salvó.
También he aprendido que hay árboles que están cerrados, y otros que están abiertos. Los que están cerrados son los que son altos, y tienen las ramas hacia arriba, como estirados. Y los que están abiertos son los árboles que crecen hacia los lados.
He aprendido que a Danièle le apasiona el color rosa. Y he aprendido a hacer una trenza de raíz.
De mi hija pequeña también he aprendido cosas. La primera es que, de momento, no puedo vivir sin ella. Sé que es "mayor", pero la primera noche, dejé la cuna al lado de la cama de su hermana, y no eran las dos de la mañana, cuando se despertó y me llamó. Puede deberse a que estaba de pie y llamando a su hermana, y ésta no le hizo caso. Pero, y es lo que quiero creer, me echaba de menos, -o a la teta-, y por eso me llamaba. También he comprobado que sigue en fase de mamitis, pero no tan aguda, sólo quiere que sea yo quien le de la mano, y la acompañe a todas partes. Y que en el momento en que el padre la coge, ella patalea y refunfuña. Hasta los dos años, que entonces, querrá más a su padre que a mí.
La petite
ha nadado en la piscina de manera innata. Su hermana había ido a clases de natación desde bebé. Y ella no. Pero le salía mover los brazos como si lo hubiera hecho toda su vida. Y ha aguantado en el agua como una campeona. Tengo claro que mis grillitos son de agua. Porque por muy fría que estuviera el agua, ellas siempre querían más. Y sin miedo ninguno.Ha aprendido a subirse a las mesas, que eran fáciles de subir porque tenían como una especie de escalón debajo, y claro, al verse tan arriba, no ha dudado en seguir trepando. Los sillones, las sillas, las escaleras. Que le gustaba subir escaleras, lo sabía ya, pero es que el sofá es más mullidito, y más divertido. Y le ha gustado irse de paseo, ella sola, conmigo vigilándola en la distancia, porque le he dado mayor nivel de acción, oportunidad de conocer a otros niños, y de escapar corriendo.Las PreMiniVacaciones han servido para aprender de ellas y aprender entre nosotros. Ahora, en ruta hacia las vacaciones de verdad. Y por la sorpresa de final de vacaciones que les tengo reservada. Oh la la, nous allons parler français. Où? Avec qui?