De conciertos, auriculares y gays

Publicado el 21 junio 2011 por Bocanegra @raul_bocanegra

JR Mora

Ya me imagino como será todo a partir de ahora. En la Feria de Abril todos llevaremos auriculares y escucharemos las sevillanas que más nos gusten. Y al que no le guste podrá escuchar lo que le de la gana. Y los vecinos serán felices. El chupinazo de los San Fermines sonará como cada uno quiera. Nada de tirarlo al libre albedrío molestando a los vecinos. No. Chupinazo silencioso, respetando al prójimo. ¿Y la Tomatina? Será virtual. Ya está bien de estas celebraciones bárbaras e inmundas que molestan a todo el que no quiere ser partícipe de ellas.

Al lector que haya leído el primer párrafo pensará que el narrador tiene un gran lapsus ‘mañanero’, que también, pero no es esto exactamente lo que le ocurre. Tras leer que las fiestas del ‘Orgullo Gay‘ en el barrio de Chueca serán con auriculares para poder escuchar los conciertos me he quedado atónito, nunca mejor dicho. Seguro que hay muchos matices al respecto para justificar esta medida pero yo no me creo ninguno otro que no sean los impedimentos al colectivo LGTB, que por otra parte, le reporta una buena millonada a la ciudad.

Así que ya me imagino al Ayuntamiento de Madrid prohibiendo todo tipo de fiestas y de verbenas por la ciudad, porque no hay que olvidar que Chueca no son las únicas fiestas de la capital. O cuando corten la Gran Vía con conciertos habrá cientos de voluntarios repartiendo casquitos en Sol, Fuencarral, Montera o Cibeles, para que nadie se pierda la música y los vecinos descansen sin que nadie perturbe su paz.

A ver si le ponen los mismos impedimentos y problemas a la visita del Papa que seguro que también causa molestias a muchos ciudadanos pero como ‘buenos cristianos’ que todos somos pensamos: a vivir que son dos días. Ay, qué pena… En estos momentos es cuando me acuerdo de la señora Botella y algunas de sus frases como la de “Si se suman dos manzanas, pues da dos manzanas…” y pienso que esta medida no es objetiva. Si se preocupara lo mismo por la calidad del aire que circula por Madrid seguro que no respirábamos mierda.