Miguel Sebastián, es un ministro que no me cae especialmente bien, por variadas razones, pero su postura en el Congreso en defensa de vestir en verano sin corbata, me parece no solo respetable, sino defendible. Por el contrario la postura del Sr. Bono utilizando la Presidencia de la Cámara para interrumpir, poniendo su cargo sobre la mesa, en medio de un debate en el que no debía haber entrado, me parece bastante reprobable, un abuso de poder y una actitud de maleducado.
Siempre me molestó a los hombres públicos se los vea vestidos casi iguales, con uniformes que a sus electores o simpatizantes no debe hacerles mucha gracia. El pueblo español en su versión masculina y respecto a la forma de vestir, no está representado en sus señorías, otra más, y son muchas las ‘fallas’, los vemos y parecen del mismo equipo antiguo y carca de mi lejana infancia y juventud, azul marino y gris oscuro camisa clara, blanca y azul y corbata.
Aquellos jóvenes de entonces amantes de los colores y de vestirse con su propia personalidad no están en el Parlamento. Que conste que no me chirría que alguien lleve traje y corbata, pero algo no debe funcionar bien cuando son todos los hombres en el mismo lugar los que visten igual.
De verdad parece rarísimo que a ninguno de ellos le apetezca vestirse como muchos de sus representados, suena raro, parece raro y es raro que tanta gente supuestamente distinta se arregle de la misma forma. Y encima lo consideren adecuado y respetuoso. Pero que antiguos, que faltos de imaginación y de respeto a las diferencias. Muy diferentes son las mujeres, sean empresarias, directivas o políticas.
Bueno y ahora el otro fondo de la discusión. El ahorro energético versus derroche de nuevo ricos. Es una estupidez abrigarse en verano para no pasar frio y quitarse ropa en invierno para no pasar calor. Pero si esta postura se convierte en colectiva, ya no es una tontería sino algo que habría que modificar socialmente. No podemos derrochar tanta energía, ni como país, ni como sociedad, así que toda idea que consiga gastar menos y vivir mejor, y encima sin gastar grandes esfuerzos, es postura debería tratar de implantarse, para empezar en todos los edificios públicos y en los comportamientos de los políticos.
Si el ministro de industria quiere difundir esta idea de ahorro y comodidad y lo hace a través del ejemplo en su vida cotidiana, mejor que mejor. Aplausos. Pero, nos muestra lo difícil que resulta avanzar en este país en cualquier dirección, cuando vemos como el Presidente del Congreso le afea su comportamiento. En plena crisis en la que hay que ahorrar como sea, buscando caminos que ayuden a reducir el derroche energético español, es lamentable que un compañero de partido del ministro saque a pasear posturas similares a las que yo veía durante el franquismo, encima con insolencia, sin sentir vergüenza por las dos patadas que ha pegado.