Durante el embarazo vivo una fase pesimista, lamentadora y vomitadora... aunque creo que es algo fisiológico porque en cuanto paro -de parir- se me pasa. Son nueves meses eteeeernos y es una suerte que finalmente pase, porque puedo ser realmente cansina y quejicosa. Pido desde aquí disculpas a mis amigas más queridas por haber sido tan pacientes y cariñosas durante esa "dulce época".
No dura para siempre. Luego, paro, doy vida... y entonces me lleno de energía y amor por todo y por todos. Como si fuera una droga. Es una época happy.
Tal vez es por eso que leo las noticias de crisis y pobreza con pinzas. Sé que hay mucha gente que está muy mal, con pocas esperanzas y una situación extrema. No me refiero a esa crisis ni a esa pobreza en este post, porque sería una falta de respeto, sino a aquellos que teniendo habilidades y recursos para salir de ella, prefieren quejarse y chin pún. Protesta sin propuesta que digo yo. Personas que miran de reojo el trabajo ajeno, critican y se quejan de "la suerte que tienen otros y yo no". Que dejan pasar el tiempo y las horas (recursos valiosísimo!) y permiten que "La Nada" -como en la historia interminable- se apodere de todo.
Sí, la crisis existe. Pero dentro de lo malo, es una oportunidad para explorar la creatividad, para conocer gente, intercambiar recursos con amigos (¡¡no siempre se necesita dinero!!), apreciar las pequeñas cosas, los pequeños placeres de la vida como oler a tu hijo que acaba de nacer y sentir que tienes todo lo que quieres/necesitas de verdad.
Estoy un poco cansada de escuchar las quejas en inercia... sin propuestas, sin ideas nuevas. Sólo quejas y lamentos. Pienso que si se ha tenido un día malo, lo lloras bien y luego te sacudes la mierda y miras al frente. Sigues avanzando. No te bloqueas y te fustigas en soledad... eso sólo trae más tristezas. Vivir como pobre no es no tener un duro, es no interesarse por generarlo ni buscar las miles de posibilidades que hay a nuestro alrededor. Es decir "no sé" y no interesarse en aprender o en mejorar.
Siempre se puede empezar de nuevo y darle una vuelta a aquello que antes funcionaba y hoy no. Siempre se puede volver atrás, reconsiderar si te has equivocado, pedir ayuda, ser sincero. No hay nada más terrible que perder la confianza de los amigos. Mentir a otros, mentirnos a nosotros mismos sólo creará un espacio vacío alrededor de quien lo hace... pronto la bola de nieve es tan grande que no hay forma de ocultarla. Se crea pobreza desde la quietud. Desde la indolencia.
A lo mejor es el puerperio, pero tengo la sensación de que desde el nacimiento de mi Piojillo tengo muchas más ideas, más alegría por las cosas simples, más ganas de salir adelante cueste lo que cueste, más y mejores maneras de organizar mis horas y mis habilidades y ofrecerlas a quien las necesite. Canjear, intercambiar con otros cuyos recursos son los mismos. No tengo más capital que mi tiempo y mis saberes. No tengo más riqueza que la salud de los míos y el amor que nos tenemos.
Ya veis: Soy rica.