La cristiandad protestante aceptó en general la fecha de 4004 a. c. fijada por el arzobispo Usher como fecha de la creación del mundo. "El doctor Lightfoot, Vicecanciller de Cambridge, que admitía esta fecha de la creación, pensaba que un estudio cuidadoso del Génesis hacía posible aún una mayor precisión; la creación del hombre, de acuerdo con él, tuvo lugar a las nueve de la mañana del 23 de octubre. Esto, sim embargo, nunca ha sido artículo de fe; se puede creer sin riesgo de herejía, que Adán y Eva vinieron a la existencia en octubre 16 o en octubre 30, siempre que las razones se deriven del Génesis. El día de la semana se sabe que fue, naturalmente, el viernes, puesto que Dios descansó el sábado".
Bertrand Russell, Religión y ciencia.
"La Biblia es una colección honorable, pero primitiva, de leyendas bastantes infantiles." Albert Einstein
(...) "y herida por un sable sin remache, ves llorar la Biblia junto a un calefón." Tango Cambalache - Discépolo
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(...) Gould y Eldredge elaboraron la alternativa al gradualismo, el "saltacionismo", que indica que las especies se transforman rápidamente para luego permanecer invariables durante largo tiempo. Estos estudios permitieron a Gould comprender que "la evolución (...) es la adaptación a los ambientes cambiantes, no progreso", dice la Wikipedia.
O sea que la evolución no es lineal como le sucedió a las caricaturas de Disney, y como solía ejemplificar Gould en el caso de Mickey Mouse o el Pato Donald, que pasaron de ser simples bosquejos a dibujos estilizados sin incógnitas, rupturas lamarckianas o eslabones perdidos. Así crecieron estos personajes en el ideario de la gente hasta que, a principios de la década de 1970, Dorfman y Mattelart destruyeron toda ilusión con su libro Para leer el Pato Donald, demostrando que el mensaje transmitido era otra cosa que no tenía nada que ver con la imagen construida.
Adiós, belleza. Un buen título para un libro de Raymond Chandler.
Con la Masonería puede decirse que sucede lo mismo, al menos en ciertos aspectos. Como institución moderna nacida entre los siglos XVII y XVIII, jamás fue una entidad monolítica. La historia nos dice que ha subsistido aquejada por a) continuas escisiones y pugnas internas; b) a la multiplicidad de Ritos y proliferación de Obediencias y c) a sus depredadores naturales: la iglesia, las dictaduras y el poder; el poder que viene de afuera o el poder abusivo de los que están adentro.
Aquí entran a jugar nuevamente el ideario público, la imagen que se pretende dar o construir y el mensaje u obra que finalmente queda, a veces fallida. Y es que la Masonería evoluciona a los saltos, sujeta a la naturaleza inestable del ser humano (Nada hay de nuevo bajo el sol, decía Sábato en una entrevista, citando al Eclesiastés y refiriéndose a los valores, emociones y sentimientos de las personas) y a los vaivenes de los tiempos que le ha tocado vivir, con rupturas sinificativas y no siempre bellas.
Como todo reflejo, la imagen siempre aparece distorsionada.
Al respecto, cierto tipo de Masonería aparece a través de la historia como más retrógrada que la iglesia, cuando exige, por ejemplo, la creencia en un Dios único y revelado. Un asunto que ha permanecido vigente en los últimos trescientos años y ha puesto sobre el tapete, una y otra vez, la cuestión de los límites a la libertad absoluta de conciencia.
La Biblia en la Logia cumple un rol destacado en toda esta cuestión, siendo estos dos puntos motivo de exclusión para los ateos, agnósticos y todo el que piense distinto a este prejuicio impuesto por aquellos cuerpos masónicos que responden a los parámetros de la Gran Logia Unida de Inglaterra.
La exclusión también ha involucrado por largos períodos de años a las mujeres y a todo lo que involucre a la llamada diversidad humana, por ejemplo, homosexuales, etc. Las excepciones existen y están dadas por razones de conveniencia o utilidad. Otros factores a considerar son la clase social, el prestigio y/o el estatus que se puedan ostentar. La raza también ha influido, como es el caso de la Masonería negra de Prince Hall en Estados Unidos, soslayada hasta hace poco por la Masonería autodenominada Regular.
La contracorriente está representada por el Gran Oriente de Francia, que fue fundada en la década de 1770 -la Gran Logia Unida de Inglaterra fue creada en 1813-. En 1877 el Gran Oriente eliminó de las Logias toda invocación al Gran Arquitecto del Universo (una alegoría siempre confusa) y a la Biblia. Fue un punto de inflexión crucial para lo que se daría en llamar después la Masonería liberal y adogmática, es decir, para todos aquellos que no sostenían ninguna creencia basada en cuestiones de fe ciega.
Cuando reflexiono sobre este asunto, que le atañe más a la teología que a la razón (advierto que soy ateo), pienso en la frase de Calvino, citada por Bertrand Rusell: "¿Quién se atreve a colocar la autoridad de Copérnico sobre la del Espíritu Santo?"
Por esta cuestión el Gran Oriente fue repudiado por los ingleses, creando la más profunda división que aún perdura entre la Masonería universal. Un caso semejante de injerencia británica se dio en América Latina durante el siglo XX. Una de las víctimas más notorias de la excomunión masónica propiciada por Inglaterra fue la Gran Logia del Uruguay a principios de los años 1950.
El otro punto de inflexión, que implicó un histórico progreso, fue la creación, en 1893, de la que poco después se llamaría la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain - El Derecho Humano. Desde el siglo XVIII existían las llamadas Logias de Adopción, donde se aceptaba a las mujeres bajo tutela de talleres masculinos, pero fue El Derecho Humano la primera Orden mixta universal que aceptó en pie de igualdad a hombres y mujeres. Hoy es un baluarte de la mixticidad, la igualdad de género, el laicismo y una práctica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado bajo una visión humanista y no de tipo confesional. Un caso bastante excepcional, aunque no único.
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Este artículo constituye la cuarta entrega de La Masonería, la Biblia y el calefón. Vayamos a la última parte de esta sabrosa investigación realizada por la revista Verbum que, como ya se dijo, fue el órgano oficial de difusión del Gran Oriente Federal Argentino - G.´. O.´. F.´. A.´. Resulta lamentable que esta Obediencia se haya extinguido en 1957, como consecuencia de su unión con la Gran Logia de la Masonería Argentina del R.´. E.´. A.´. A.´., y dando nacimiento a un nuevo cuerpo masónico llamado Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.
Llegados a este punto voy a citar mis propias palabras que ya he repetido en varias ocasiones: La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones nació en 1957, al fusionarse en un acuerdo común las siguientes dos Potencias: La Gran Logia de la Masonería Argentina del R.´. E.´. A.´. A.´. y el Gran Oriente Federal Argentino - G.´. O.´. F.´. A.´. A tal efecto se redactaron nuevos Estatutos.
Herederos del Gran Oriente fundado en 1857 con Carta Patente otorgada por los hermanos uruguayos, también lo han sido el Gran Oriente del Rito Azul, el Gran Oriente Argentino de Logias Confederadas, el Gran Oriente Nacional del Rito Argentino, todos surgidos de la misma rama a principios del siglo XX. Hacia fines de los años 20 existían también la Gran Logia Nacional Argentina que luego terminaría fusionándose en 1932 con la Gran Logia del REAA y a la cual se sumarían la Gran Logia Provincial de Santa Fe y hasta los Talleres que existían en esa época en suelo nacional del Gran Oriente Español.
En 1935 nuevo cisma y dos Obediencias, Gran Logia del R.´. E.´. A.´. A.´. y G.´. O.´. F.´. A.´., hasta 1957. Hasta la fusión de 1957 no existió una Obediencia llamada Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.
El desafío queda planteado para quien pueda aportar un documento que certifique la existencia de esta Obediencia en algún momento de los primeros cien años de Masonería en Argentina. Con este criterio, por citar un ejemplo, puede decirse que una Potencia aún más antigua en suelo nacional, pese a algunos altibajos, es la OMMI Le Droit Humain - El Derecho Humano, cuya Federación Argentina se constituyó en 1915 y actualmente ha renovado su presencia con significativa fuerza.
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Algunas conclusiones del Gran Oriente Federal Argentino - G.´. O.´. F.´. A.´. y Verbum sobre el uso de la Biblia (*): "Con toda razón nos dice (Osvald) Wirth que lo anglosajones tienen el Dios de su protestantismo (y su palabra revelada) y están en su derecho, lo que nosotros no discutimos, pero se convierte en conducta abusiva la pretensión de exigirlo a los demás. Los símbolos dogmatizados no llenan su objetivo de unión de los espíritus en la libertad de reflexión y de penetración. La Masonería quiere que sus adeptos se entiendan, sin que ninguno de ellos renuncie a la manera de ver que le impone su espíritu. Este acuerdo universal sólo es posible gracias a los símbolos, idénticos para todos, pero que cada uno los interprete particurlarmente con lo mejor de su poder de persuasión intelectual, de penetración filosófica."
Me ocupé exclusivamente de este tema en el ensayo/conferencia Los masones y los templos del siglo XX (2006). También abordé el tema en El Buen pastor: Creencias, sociedad, poder (2008).
La intención de estos textos fue la de analizar la infiltración de ciertas obediencias masónicas y altos grados en diversos estamentos sociales. Una problemática muy actual para las diversas iglesias cristianas. No son ajenos a esta infiltración los partidos políticos y cualquier estructura de poder cuya utilidad sea viable. Es frecuente también el uso de Logias encubiertas para la protección de ciertas personalidades.
Recuerdo a un viejo masón de los altos grados que usó mi hospitalidad durante varios meses, hace ya por lo menos catorce años. Para explicarme mi exclusión de la Masonería me pidió que leyera el El Castillo, de Kafka. Con varios títulos universitarios, actualmente es Obispo.
Aunque la Masonería puede llegar a pegarte algunas patadas, siempre instruye y deja enseñanzas, como el vetusto Libro Gordo de Petete de nuestra niñez.
Sigue Verbum: "En conclusión, cesemos de cambiar vanas palabras, instruyámonos para no ser obligados a confesar que no sabemos "ni leer ni escribir", cuando nuestros jeroglíficos tradicionales no deberían ser indescifrables para nosotros... No es suficiente ajustar obreros ficticios, decorados con insignias, celosos cumplidores de gestos rituálicos, pero incapaces de trabajar realmente. Son necesarios iniciados efectivos para regenerar la sociedad humana corrompida, no masones de parada, inofenivos desde todo punto de vista, tales como se los fabrica en serie en la industria masónica anglosajona".
"El (...) Soberano Gran Comendador del Gran Colegio de Ritos del Supremo Consejo del Gran Oriente de Francia, prefiere un libro de madera (...), simbolizando el conjunto de perfectos conocimientos o un libro que contiene sus inmaculadas páginas blancas al cual atribuye un profundo valor simbólico: emblema de fuente de verdad que debe animar a todo masón que considere que la verdad de hoy puede ser el error de mañana y viceversa, recordando siempre la blancura de ese libro (...)"
"Para Haydon (autor canadiense) después de analizar el XXIº de los landmarks de Mackey (...) propone como conclusión respecto al uso de la Biblia, el siguiente landmarck: "La presencia en Logia abierta de un Libro de la Ley, sobre el cual los nuevos miembros y los oficiales prestarán juramento de permanecer fieles a las obligaciones contraídas". Esta fórmula admite el empleo de toda clase de libros, de acuerdo a las condiciones religiosas particulares".
"Por último (...) si verdaderamente la Masonería está por encima de todas las iglesias, ¿por qué no admitir el juramento sobre el Libro de la Ley Moral por excelencia: el Libro de las Constituciones y Preceptos Masónicos? Este, ningún masón puede discutirlo porque es la verdadera Biblia de la humanidad (...), el único índice de los deberes del hombre y del ciudadano.
Cualquiera de estas soluciones son perfectamente aceptables para prestigio de la Orden".
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Sobre la conferencia de Montevideo en 1947, sostiene Verbum: "Reunida la Masonería simbólica latinoamericana para concertar, entre otros temas, normas jurídicas de relación entre las Potencias, en sus aspectos más vitales, 51 Obediencias Masónicas se abocaron al estudio de normas de reconocimiento de nuevas Potencias (...) La Comisión, en mayoría, se expidió disponiendo en su artículo 1º que "Las Potencias que aspiren a mantenerse dentro de un régimen jurídico de relación, deberán cumplir y respetar los siguientes requisitos mínimos: (...) Uso en los trabajos de las tres Grandes Luces de la Francmasonería: Volumen de la Ley Sagrada o Moral, Escuadra y Compás":
"La minoría representada por el Gran Oriente Federal Argentino, aspiraba sobre este particular que debía declararse con mayor claridad y precisión, lo siguiente: "Toda Potencia Masónica del simbolismo para ser considerada como regular, debe: Usar en los trabajos las tres Grandes Luces emblemáticas de la Francmasonería:
1. El Libro, como símbolo del esclarecimiento que el hombre debe a su razón, sin considerarlo autoridad dogmática;
2. La Escuadra, como símbolo de la justicia que debe a sus semejantes;
3. El Compás, como símbolo de la limitación que debe a sus pasiones."
"Tanto la norma adoptada por la Conferencia de Montevideo en 1947, como la sostenida por la minoría de su respectiva Comisión, permite que cada Potencia adopte el Libro de la Ley de su preferencia: La Biblia completa, sólo el Antiguo Testamento, el Corán, el Zend Avesta, losVedas, las Constituciones de Anderson, la Constitución Masónica de cada Obediencia o su Código de Moral, etc.
Esta solución puede considerarse con acierto como el punto medio entre los dos extremos: La Biblia y el Libro en blanco.
Su elevada inspiración no tuvo otro Norte que el universalismo de la Orden, y buscar el denominador común para todas las Potencias, evitando que alguna de ellas se erigiera en rectora de la Francmasonería, interfiriendo en jurisdicciones que le son extrañas.
No es el número de Potencias que usen la Biblia, lo que debe tenerse en cuenta. Con toda razón recuerda Wirth , el caso de Galileo. Este se vio obligado a abjurar de su convencimiento científico acerca del sistema de Copérnico, porque los once conspicuos prelados de la Iglesia de Roma afirmaron que esa teoría era contraria a las Sagradas Escrituras (...) En Masonería, como en las ciencias, no es el número el que da la razón, sino el estudio y la investigación profunda de sus problemas".
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"En nombre de la libertad de conciencia, uno de los pilares en que descansa la verdadera Francmasonería , el Gran Oriente de Francia reformó su Constitución en 1877, suprimiendo la creencia en Dios y en la inmortalidad del alma, como fruto de un madurado estudio de los antecedentes de la Orden. Cierto es que al comienzo le trajo aparejada la ruptura de relaciones con la Gran Logia Unida de Inglaterra, gran parte de las Grandes Logias norteamericanas y de algunas Potencias que soportan su influencia en desmedro de su propia soberanía, pero lo cierto del caso es que con el transcurso del tiempo muchas de estas, excepción hecha de la primera, reanudaron sus vínculos fraternales a consecuencia de un mejor estudio del problema (...)"
"Después de la Conferencia de Montevideo de 1947, de la Francmasonería simbólica Latinoamericana , nuevamente la G.´. L.´. Unida de Inglaterra comenzó su ataque. Primero reconvino a la G.´. L.´. del Uruguay, por haber acatado las resoluciones de esa Conferencia, entre otras razones, al no usar la Biblia en el altar de los juramentos. No tuvo la agresora la posibilidad de explicar en qué Convento o Congreso internacional masónico anterior, se había impuesto el uso de ese Libro. Pese a ello, siguiendo su política imperialista y pretendiendo ejercer el Pontificado masónico, la G.´. L.´. Unida de Inglaterra, con el propósito de amedrentar a las otras Potencias, le retiró el reconocimiento el 6 de setiembre de 1950".
"Grandes Logias estaduales del Brasil y el G.´. O.´. Federal Argentino, hicieron causa común con la G.´. L.´. del Uruguay, fresco el recuerdo de las discusiones en la Conferencia de 1947, y ratificaron la conducta de sus autoridades en el conflicto, por el 96% de sus integrantes (...) Entonces, la G.´. L.´. Unida de Inglaterra buscó en otra Potencia Sudamericana, con autoridades más dóciles a su influencia, de la que se valió para agredir nuevamente a la Conferencia provocando la postergación de la Segunda Conferencia de México que debió realizarse en 1950".
"Por la propia dignidad de las Potencias partícipes, por la elevada solución que se alcanzó en la Conferencia de Montevideo de 1947, al establecer que los trabajos en las Potencias y en las Logias subordinadas deberán hacerse con el Volumen de la Ley Sagrada o Moral, lo que permite el uso de cualquier libro sagrado o moral por las Potencias, con vistas a un principio que puede universalizarse sin afectar la jurisdicción de las demás, tal conclusión debe mantenerse por ser justa, ecuánime, equidistante y respetuosa de sus Pares, sin admitir imperialismos ni pontificados que amenguan las soberanías".
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"No tienen derecho algunas Potencias en colocarse en la posición de rectoras de principios masónicos en el orden internacional. En efecto, la G.´. L.´. Unida de Inglaterra el 4 de setiembre de 1929, al adoptar ciertas bases para considerar todo pedido de reconocimiento que le hiciera otra Obediencia, estableció que esta, entre otros requisitos, debía demostrar: "Que todos los iniciados prestarán su Juramento sobre o en complea presencia del Libro de la Ley Sagrada abierto, por el cual se significa la revelación de lo alto que liga la conciencia del individuo particular que se inicia". También se incluía una norma por la cual se debía establecer la creencia en la inmortalidad del alma. "Sin embargo, sólo 6 años después, el 6 de mayo de 1935, celebró un Tratado con el G.´. O.´. del Brasil que tiene 6 ritos, 4 de los cuales no usan la Biblia ni libro sagrado alguno, lo que revela inconsecuencia de principios, mereciendo enérgica condenación de masones ilustres, entre otros, de Marcos Pitchon, que presidió la Comisión de Relaciones Exteriores de la G.´. L.´. Soberana de Cuba. No reprochamos el reconocimiento del G.´. O.´. del Brasil, porque él es digno de ese acto de confraternidad, como se honra la G.´. L.´. Unida de Inglaterra con la amistad de aquel, sino que no se ajustó a sus propios principios esta última Potencia, conforme a sus propias normas de reconocimiento, ya sea en cuanto a la creencia en Dios como al uso de un Libro de la Ley Sagrada, cuando se trata de sacar ventajas sobre jurisdicción territorial en el Brasil".
"La G.´. L.´. de Chile en 1940 reconoció al G.´. O.´. Federal Argentino, y al serle requerida por otras Potencias, entre ellas, las Grandes Logias del Valle de México y de Bolivia, las razones que militaban para ello, con una elevación de principios digna del mejor ejemplo, expuso una serie de fundamentos masónicos que la honran, y que sirvió de pauta para que otras Potencias siguieran su conducta. No la decidió el número de TTall.´. y de hh.´. del G.´. O.´. Federal Argentino, sino la nobleza de principios de esta Potencia, su acentuada actividad fraterna y su franco espíritu abierto a las mejores iniciativas. Sin embargo, días después de la ruptura de relaciones entre las GG.´. LL.´. Unida de Inglaterra y del Uruguay, pretendió un retejo al G.´. O.´. Federal Argentino, conforme a las normas de reconocimiento establecidas en la Conferencia de Montevideo de 1947, y no obstante haber respondido al mismo correctamente, todo hace pensar que por la presión de la G.´. L.´. Unida de Inglaterra, suspendió sus relaciones fraternas la G.´. L.´. de Chile con el G.´. O.´. Federal Argentino, so pretexto de la vinculación de este con un alto cuerpo filosófico con mengua de la soberanía e independencia del simbolismo, lo que no es exacto. Todo hace suponer que en la emergencia se obedece a las directivas de la G.´. L.´. Unida de Inglaterra, con renunciamiento a su propia soberanía e independencia, y lo que es más grave, el intento de revisión de las conclusiones de la Conferencia de Montevideo de 1947, que tienden a anular los postulados de sus nobles principios. Su G.´. M.´. h.´. Orestes Frodden Lorensen, en el mensaje de mayo de 1951 a la G.´. L.´. revela que fue requerido por la G.´. L.´. Unida de Inglaterra, debiendo trasladarse a Londres para justificar su regularidad. Poco después, pese a las explicaciones del G.´. O.´. Federal Argentino, suspendió relaciones con este. ¿Se debió su conducta a las instrucciones inglesas? Las apariencias permiten inferir que sí".
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Conclusiones
Sostiene Verbum:
1) que el juramento en la antigüedad se prestaba entre los masones operativos ante el Libro de la Ley que no era otra cosa que el conjunto de reglas que establecían los Antiguos Deberes;
2) que al condensarse las obligaciones del masón especulativo en las Constituciones de Anderson de 1723, como tampoco antes ni después de la creación de la G.´. L.´. de Inglaterra, no se estableció el uso de la Biblia o un Libro Sagrado en la Potencia y LL.´. subordinadas;
3) que la Francmasonería se extendió por el mundo sin que fuera menester que los iniciados prestaran juramento de lealtad a la Orden ante un libro de esa naturaleza;
4) que la Biblia la adoptó la G.´. L.´. de Inglaterra (modern) en el año 1760, cuando ya se había esparcido la Francmasonería en el orbe (...);
5) que no es landmarck el uso de un Libro Sagrado, por carecer de las características de antigüedad, universalidad, irrevocabilidad e inviolabilidad;
6) que la Biblia contiene pasajes inmorales y crueles que la hacen impropia de convertirse en un Libro de la Orden y además constituye una contradicción su uso para jurar, cuando ella contiene la prohibición del juramento;
7) que la Biblia origina discusiones que deben evitarse;
8) que su adopción implicaría la necesaria exclusión de la Orden de determinados creyentes;
9) que es preferible dejar librado al elevado criterio de cada Potencia la selección del Libro de Moral que estime más ajustado a sus particulares convicciones;
10) que en esta forma se evitan las fricciones entre las Potencias derivadas de la invasión de la jurisdicción;
11) que, por consiguiente, las conclusiones a las que arribó la Conferencia de Montevideo de 1947 sobre este particular, son equidistantes y dignas de ser mantenidas.
(*) Revista Verbum, Cuarta época, Año XVII, Nº 39, Buenos Aires, Noviembre-Diciembre de 1951, págs. 732/746.