De divas en blanco y negro.

Por Negrevernis
Todavía se puede adivinar una belleza como de película de los años 40 en su rostro aún ligeramente ovalado: las cejas torneadas, marcando con una curva como de puente unos ojos almendrados, la nariz firme, recia, de esas de carácter y labios suaves aún sonrientes, con besos olvidados bajo su toca blanca de monja...