nos movemos presurosos de un lado para otro, todo depende de la situación
o desde el angulo de vista del guardián que cuida el reloj.
porque solo somos pasajeros en este tren llamado la vida
de donde venimos, de nuestra casa dirán muchos, de otra ciudad o de la cafetería
de la esquina dirán otros.
y para donde vamos, al trabajo dirán la mayoría, a la universidad dirán otros cuantos
o donde nos lleven nuestros pies luchando por un sueño de niño trazado.
porque para lograr lo que deseamos, debemos ir o venir, según como lo veamos
incluso la felicidad debemos salir a buscarla cada día, y el amor debemos
traerlo o llevarlo, porque el amor, viaja con nosotros a donde vamos y que decir
de nuestro ángel de la guarda, que prefiere vernos caminar en lugar de llevarnos
volando.
pero no todo es tan malo en nuestro tren y el querer saber de donde venimos
y para donde vamos, es una pregunta curiosa que siempre nos ha acompañado.
porque si nos ponemos a pensar un poco veremos que venimos de un camino que
ha evolucionado y nosotros con el a cada rato,
que, no nos hayan dicho que debemos disfrutar cada paso,
es un error que a medida que nos enteramos, lo vamos remediando.
y a donde vamos, no puedo contaros, porque ni yo lo se, pero se que lo mejor es conservar la ilusión
de descubrir y de conocer cada paisaje hasta llegar a nuestra estación.
que no nos hemos perdido, solo que aquí no vale ir ni rápido, ni lento, ni despacio
que tener miedo por el futuro no podemos evitarlo, pero si enfrentarlo.
por eso a disfrutar de este tren, que no se donde se detendrá y tampoco para donde vamos,
yo ahora se que voy tras mis sueños y que llegado el momento sabre que he llegado