¿De dónde vienen los niños?

Por Mariló @elbauldelasenyo

Acabo de leer un artículo en MalasMadres sobre si decirles a los niños el origen de la vida.
Defiendo como la que más la fantasía en el mundo infantil. Hay que creen en animales que hablan, hadas, duendes, ratón Pérez y demás. Pero me da la risa cuando mi suegra pega manotazos al suelo porque el nieto se ha caído y se ha hecho daño, al grito de “¡a mi niño, no!”. Considero innecesario otorgar sentimientos al suelo. Incluso un poco acojonante: ¿¿y si el suelo se venga de mí cuando la abuela no mire?? Con esto quiero decir que nivel necesidad en dar una idea mágica del nacimiento de un bebé.

Podríamos compararlo con la explicación de otras funciones corporales. A un niño de 3 años se le puede explicar de forma sencilla que al respirar introducimos aire en los pulmones y luego lo expiramos cuando los hemos usado. No se me ocurre una forma mágica de contarles este proceso, salvo con los vídeos de “Erase una vez la vida”. Pero aún serían pequeños para entender la metáfora de los glóbulos rojos y las burbujitas de oxígeno. Con esto quiero decir que si no explicamos de forma mágica la respiración, con el embarazo no tendría por qué hacerse.

Esto no debería ser motivo de debate y que cada familia ves lo que tiene que hacer. Pero en cambio, sí es un tema que se trata no sin discusión. Su importancia radica en que el reconocimiento de las diferencias sexuales es la base del aprendizaje del rol de genero.

En torno a los 3-4-5 años niñas y niños se dan cuenta de las diferencias sexuales que hay entre ellos. Bien porque lo observan en sus padres, hermanos o lo hablan en el colegio. Aprenden que son diferentes. Esto, unido a los estereotipos que les inculcamos y a su observación del entorno, hace que se formen una idea de lo que es ser una niña y lo que es ser un niño. Deforma la idea del género. Es habitual encontrarnos con niñas “muy cursis” y niños “muy duros” cuando alcanzan los 5-6 años. Se han dado cuenta de que son niñas (o niños) y actúan de acuerdo a su idea de género de forma muy marcada.

Es por ello que, si van a aprender estas diferencias físicas, no hay razón para explicarles por qué somos diferentes. Somos diferentes porque nos complementamos para crear vida. Ni más ni menos.

A veces no nos damos cuenta de que los temas más escabrosos son muy sencillos de explicar, y más aún de comprender. Los niños son sorprendentes.

Os recomiendo el libro “Mamá puso un huevo”. En él, unos padres cuentan los diferentes mitos sobre el origen de la vida (salir de un repollo, la cigüeña, mezclando especias…) a sus hijos, y al final son ellos quienes les explican de dónde vienen los niños. Lo recomiendo para más

adelante, a partir de primero de primaria (6 años)

Os pido encarecidamente que veáis el libro para decidir si es el adecuado para vosotros. Puede que a tí te parezca que los niños explican de forma demasiado gráfica cómo nos complementamos los hombres y las mujeres :)

Una última reflexión. De cara a la educación sexual necesaria en la adolescencia, explicar las cosas sin mitos desde el principio nos ayudará a que nuestros hijos tengan claras las cosas. Cuando un niño me dice que los bebes se hacen con un beso… No quiero imaginarme a ese niño sin besar a nadie , y viendo cómo en la televisión, en el parque , sus vecinos…están haciendo bebés continuamente. Tampoco quiero decirles que sólo pueden hacer bebés los papás, o que el sexo es sólo cuando quieres a alguien mucho. Pero eso ya es otro post.

¿Qué opináis sobre contarles o no de dónde vienen los niños?

Etiquetas: educación sexual, igualdad, infantil, preschool