Grabado del siglo XIX.
Fue hija de Luis, el vizconde de Thouars y principe de Talmond y señor de Amboise y de su esposa Maria de Rieux. Nació en 1427 y se crió y educó en la corte de Bretaña. Era una niña muy inteligente y muy piadosa, tanto que a los cinco años el obispo le permitió hacer la primera comunión. Fue dirigida en su infancia por San Vicente Ferrer (5 de abril y segundo lunes de Pascua). En 1444, con 15 años, casó con el príncipe Pedro II de Bretaña (con el que estaba prometida desde los cuatro años), a pesar de su deseo de consagrar su virginidad a Dios. Para colmo su marido no era para nada buen ejemplo de esposo, siendo celoso sin motivo, al mismo tiempo que él era amante de placeres y mujeres ajenas. Varios años duró aquella vida de mal matrimonio hasta que Pedro, vencido con la oración y la paciencia de Francisca, cambió su corazón, convirtiéndose plenamente a Cristo y comenzó a respetarla. Ambos consintieron en llevar una vida de hermana y hermano, absteniéndose en delante de cualquier relación sexual, prometiéndose uno al otro que el que sobreviviera al otro ingresaría en un monasterio para santificarse.En 1450 Pedro heredó el ducado de Borgoña y ambos fueron coronados como tales en la catedral de Rennes. En la corte Francisca fue todo un ejemplo de austeridad y piedad. Desterró los lujos en damas y edificios, acabó con las fiestas excesivas, la picaresca y la lascivia produto del ocio. Estableció la caridad que supervisaba por ella misma, volvió a establecer la misa y las devociones diarias para ella y sus sirvientes. Fue gran impulsora de la canonización de San Vicente Ferrer y la fundadora del monasterio de las clarisas de Nantes. Asistía a todas las horas canónicas en la catedral, estableció penitencias y procesiones públicas, restauró iglesias y hospitales. Fue muy devota de Santa Úrsula (21 de octubre) y en su honor estableció que cada miércoles se le entregara a once niñas pobres cinco monedas de oro. En Navidad procuraba regalos y melindres para los niños pobres y en Jueves Santo ella misma lavaba los pies y socorría caritativamente a 12 mujeres pobres. El hospital de leprosos, un pudridero antes de su llegada, igualmente supo de su caridad, arreglando las instalaciones, construyendo una capilla nueva y les hubiera atendido personalmente si se lo hubieran permitido.
El 25 de marzo de 1463 conoció al Beato Juan Soreth (24 y 28 de julio), el cual le interesó por su obra fundacional de monjas carmelitas, asociadas a los frailes. Francisca quedó impresionada con la vida carmelitana, su historia y su devoción mariana, por lo cual accedió a formar parte de aquella obra. Así fundaron el monasterio carmelita de Las Tres Marías en Vannes, a la par que continuaba su obra caritativa en la ciudad. En 1468 tomó el hábito carmelita en su propio monasterio. En 1477 fue elegida priora del monasterio y en 1476 aparece convirtiendo un monasterio de benedictinas a carmelitas en Les Couëts. En este monasterio, en 1485 atendiendo a una hermana enferma de un mal contagioso, ella misma se contagió y murió el 4 de noviembre del mismo año, luego de una vida de oración, penitencia y llena de virtudes.
Relicario de la cabeza de la Beata.
Catedral de Nantes.
Su sepulcro se venera aún en el monasterio de la Divina Providencia de Nantes, y la cabeza se venera en la catedral de la misma ciudad. El culto en la Orden del Carmen fue tardío, surge a partir del siglo XVIII y no sería hasta el 11 de julio de 1863 cuando el Beato Pío IX (7 de febrero) la beatificó.
Fuentes:
-"Diccionario Biográfico de Mujeres Célebres". Tomo I. VICENTE DIEZ CANSECO. Madrid, 1844.
-"La Vie de la bienheureuse Françoise d'Amboise". ABBÉ RICHARD. Nantes, 1865.
A 5 de noviembre además se celebra a San Alto de Altomünster, abad.