De epicentros y terremotos

Publicado el 10 marzo 2021 por Abel Ros

Hoy se ha producido un terremoto (político) en Madrid con epicentro en Murcia. Un terremoto, como les digo, provocado por la convocatoria de elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid. Y epicentro, en Murcia, por la moción de censura presentada por C's y PSOE contra López Miras. Dos hechos que recuerdan a la acción-reacción de las leyes newtonianas. El detonante de este temblor ha sido, entre otras complejidades, el escándalo de las vacunas y el pin parental. Un pin que cumplía con el beneplácito de Vox y el PP y el desacuerdo de la formación naranja. Así las cosas, en el huracán de la pandemia, la crisis del gobierno madrileño y murciano eclipsan a la Covid como titular de la mañana. Por primera vez, en más de un cuarto de siglo, Murcia será un bastión de centro izquierda. Un bastión con sus puntos fuertes y débiles de cara al corto y medio plazo.

El nuevo gobierno de Murcia, en caso de que prospere la moción, será efímero en el tiempo. Y lo será, queridísimos amigos, porque el giro de Ciudadanos hacia la izquierda supondrá costes electorales de cara a las próximas elecciones. Entre sus costes, asistiremos al voto de castigo. Un castigo que se materializará en el tránsito de papeletas naranjas al nido de la gaviota. Papeletas, como les digo, de votantes que consideran el pacto de PSOE con Ciudadanos como un pacto antinatura. Ese éxodo, en caso de que suceda, vaciaría los depósitos del naranja y otorgaría oxígeno a un futuro gobierno del PP con Vox. Un gobierno que supondría el camino hacia la reunificación de la derecha. Así las cosas, la misión del PSOE, durante su periplo con el cetro, no es otra que atraer a sus orillas al votante de Ciudadanos. Un reto que arrojaría datos similares a los obtenidos en las elecciones catalanas. Estaríamos, por tanto, ante el cadáver de C's.

En la comunidad de Madrid, por su parte, la estrategia correría por senderos similares. El PSOE necesitaría un líder a lo Macron. Un líder, más neoliberal que socialdemócrata, que supiera atraer a sus orillas a los peces díscolos del centro. Peces, que, temerosos ante el riesgo del radicalismo, buscasen refugio en caladeros moderados. Un candidato que reuniría esta condición sería, y disculpen por mi apuesta, Miguel Sebastián. Miguel guarda similitudes con Salvador Illa. Ambos han sido ministros de ejecutivos socialistas. Y ambos han sido líderes en el tema de la pandemia. Sebastián, mediante sus análisis en la Sexta, ha demostrado su valía para abordar la Covid-19 sin el sesgo ideológico de su partido. Ha abordado el tema sin barrer para, en exceso, para los suyos. Y lo ha hecho como un tecnócrata que analiza, y propone medidas, de conformidad con el interés general. El PSOE necesita un líder neutral que atraiga al neoliberal blando. A ese votante de centro que, ante el temor a un posible pacto del PP con Vox, prefiera cambiar de bando.