Estoy tarumba. Sí, como lo oís, bueno, como lo leéis. La maternidad me ha vuelto tarumba. Yo que ya estaba algo mal de lo mío, sólo me ha hecho falta convertirme en madre para volverme tarumba del todo. Así que la entrada de hoy la voy a dedicar a la letra T. Podría haber escogido otra palabra (tonta se me viene a la cabeza) pero vamos a dejarlo en tarumba.
Las primeras muestras de que yo iba para tarumba completa aparecieron en el embarazo. La cabeza, simplemente, se me iba. Era incapaz de acordarme de las cosas más sencillas y fue entonces cuando me dio por llenar la casa de notas: “lavadora”, “llamar al médico” o “tender” pasaron a ser habituales por la casa. También eran frecuentes las conversaciones del tipo:
- Anda, Futuro Padre³, ¿puedes guardar esto (por queso) en el… en el… ahí?
- ¿Ahí, dónde?
- Pues ahí, en el… en el…
- ¿Sí?
- En la cosa esa blanca…
- ¡Microondas!
- No. Blanca y grande…
- ¿Sí?
- … donde hace frío…
- Y que se llama…
- Anda, quita, ya lo guardo yo.
Vamos, que aquí mi marido es un vacilón de cuidado y se lo pasó pipa a mi costa. En fin, que esto, pensaba yo, se curaba con el parto. Pero no. Me refiero a mi “amnesia gestacional”.
La última muestra fue hace poco, cuando guardé la taza de leche en el frigorífico e intenté meter la botella en el microondas. Vamos, que porque la botella no cabe, que si no, no dudéis que la hubiera calentado. Y, para que quede claro, no, no estoy embarazada.
Sin embargo, supongo que para compensar, me sucede otra cosa bastante curiosa que se agrava con los años desde que soy madre. De repente, en el momento menos pensado, me acuerdo de algo que era fundamental que no olvidara. Os pongo un ejemplo. Anoche, ya metida en la cama y a punto de dormirme, me acordé de que el Mayor tenía que llevarse hoy al colegio la equipación del equipo de fútbol porque iba a ir su padre a recogerles y a llevarles directamente desde el colegio al campo de juego. ¿Dónde estaba la ropa? Tendida en la terraza. Así que esta mañana, ahí que me levanto para recoger la equipación y guardársela en la bolsa. Estaban ya saliendo por la puerta cuando me doy cuenta de que no le había metido las medias (esos calcetines que llegan hasta la rodilla, lo cuento porque me enteré hace poco de que se llaman así) en la bolsa porque estaban en el cesto de la ropa que había doblado el día anterior. Justo in extremis caí en la cuenta y pude mandarle al colegio con la equipación al completo.
CONTRAS:
-
Se me olvidan palabras, ésas que sabes que tienes en la punta de la lengua.
-
Me equivoco al hacer las cosas, como guardar el pan en el frigorífico cuando nunca lo hago.
-
Me olvido también de hacer ciertas cosas, como llamar al médico si tengo que pedir cita para mí.
-
Todo esto, siempre lo achaco a que tengo demasiadas cosas en la cabeza. Como qué día tiene que llevar puesto el chándal al colegio cada uno, cuándo hay que entregar la autorización para la excursión del mes que viene, qué día hay reunión en el colegio, cuándo tiene que ir al médico uno de mis chicos, etc.
PROS:
-
A pesar de todo lo que me ronda por la cabeza, siempre consigo acordarme de las cosas que conciernen a mis hijos. En este sentido, las notas y alarmas del móvil me han ayudado mucho.
-
Me da igual intentar meter la botella de leche en el microondas si consigo acordarme de poner la equipación completa del Mayor en su bolsa de deporte o si recuerdo un día antes que al Peque le toca otra vacuna.
Hay una cosa que no entiendo, si tan tarumba me he vuelto con la maternidad, ¿cómo es que soy el Google oficial de mi casa, con GPS incluido? Porque siempre que algo se pierde o no aparece, todos, repito, todos, acuden a mí. A ver si los tarumbas van a ser ellos…
“La maternidad de la A a la Z” es un carnaval de blogs iniciado por Trimadre a los Treinta que consiste en que cada madre participante describa un sentimiento al que ha descubierto un nuevo sentido con la maternidad, o una faceta de su personalidad que desconocía antes de ser madre. El objetivo es crear en red, colaborando unas con otras, un “Diccionario de madres” con el que reírnos, emocionarnos y conocernos un poco más.
Síguelo en Twitter #AZdelamaternidad.
Si estás interesada en participar, tienes toda la información a tu disposición aquí.