Es la Feriadel Libro (FLS) que se instala, del 18 al 28 de mayo, en los quioscos que se desparraman sobre la Plaza Nuevade Sevilla, la plaza oficial que sirve de vestíbulo al Ayuntamiento de la ciudad y es, por ello, un rincón privilegiado a la hora de convocar a la ciudadanía. Allí se celebra este año la feria de la Cultura, con mayúscula, la que proporciona el libro y la lectura sin tantas algarabías y exhibiciones clasistas como la de Los Remedios. Todos sus quioscos están abiertos al público en general, sin distinción ni porteros de seguridad, para ofrecer anaqueles abarrotados con libros que alimentan la curiosidad de quien los recorre con la vista en busca de ese título o esa obra que aún no ha adquirido. De la otra feria sales aturdido y cansado, pero esta la abandonas con esa satisfacción inquieta, llena de emoción, por entregarte a las páginas del ejemplar que por fin has encontrado. Nunca te decepciona y siempre te sorprende con un descubrimiento insospechado en forma de libro que tal parece te estaba esperando. Ni que decir tiene que la primera me aburre y me estresa, pero que la segunda me encanta y reconforta mis aficiones. Si hubiera que escoger entre ellas, la del libro sería mi elección. Es cuestión de gustos. ¡Qué le vamos hacer!
Es la Feriadel Libro (FLS) que se instala, del 18 al 28 de mayo, en los quioscos que se desparraman sobre la Plaza Nuevade Sevilla, la plaza oficial que sirve de vestíbulo al Ayuntamiento de la ciudad y es, por ello, un rincón privilegiado a la hora de convocar a la ciudadanía. Allí se celebra este año la feria de la Cultura, con mayúscula, la que proporciona el libro y la lectura sin tantas algarabías y exhibiciones clasistas como la de Los Remedios. Todos sus quioscos están abiertos al público en general, sin distinción ni porteros de seguridad, para ofrecer anaqueles abarrotados con libros que alimentan la curiosidad de quien los recorre con la vista en busca de ese título o esa obra que aún no ha adquirido. De la otra feria sales aturdido y cansado, pero esta la abandonas con esa satisfacción inquieta, llena de emoción, por entregarte a las páginas del ejemplar que por fin has encontrado. Nunca te decepciona y siempre te sorprende con un descubrimiento insospechado en forma de libro que tal parece te estaba esperando. Ni que decir tiene que la primera me aburre y me estresa, pero que la segunda me encanta y reconforta mis aficiones. Si hubiera que escoger entre ellas, la del libro sería mi elección. Es cuestión de gustos. ¡Qué le vamos hacer!