De flor en flor...

Publicado el 28 abril 2014 por Click! Imágenes Para Contar. @caroliinean
"Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol."
 Martín Luther King.





Estamos en plena temporada de esas pinceladas de color que adornan todo, también llamadas flores. Es la época perfecta para salir a experimentar con colores, formas, texturas, composiciones... mil una posibilidades hay, solo hay que salir de casa.
A pesar de que mi primavera ha estado pasadita por agua y que el tiempo no ha acompañado a realizar salidas, en cuanto un rayito de sol asoma hay que aprovecharlo. En mi disco duro he podido encontrar algunas de mis fotos de flora que más me gustan, algunas de este año y otras de anteriores... pero las tengo a buen recaudo, y nunca marchita su belleza. 

Principalmente en este post quiero hacer hincapié en un aspecto importante a tener en cuenta cuando salgáis a fotografiar flora: RESPETO. La naturaleza nos da infinidad de capturas de ensueño, estampas dignas de una postal, seres curiosos, colores esplendidos... pero no deja de ser vida, así que pido ante todo que se respete al entorno. Algunos diréis "siempre lo hacemos", pero bien he visto a gente fotografiando una preciosa flor, y para que quede más bonita vamos y arrancamos esas hojas o ramitas que nos molestan... pues NO, eso queda fuera del respeto del que hablo, y poco cuesta apartar en vez de arrancar para después volver a dejar todo como lo hemos encontrado. Después de daros mi punto de vista acerca de este tipo de práctica, prosigamos.


¿Que buscamos? Lo primero que nos suele llamar la atención es la cromática que tenga una u otra flor. Siempre destacaran a nuestra vista esos amarillos perfectos, los rojos intensos, los violetas aterciopelados, los blancos puros... muy por encima de los colores apagados o que entren dentro de los verdes tan camuflados los pobres entre el resto del lienzo. Así que, buscamos colorido. Después llegan las formas, una vez nos acercamos y que podemos apreciar las terminaciones y líneas es cuando decidiremos si nuestro sujeto merece la pena (sin despreciar, todas son hermosas, pero no hay que olvidar que queremos destacar con nuestra toma). Las flores también pueden ser divertidas, simpáticas, extrovertidas, egocéntricas, presumidas, glamurosas... y otra infinidad de adjetivos que nos solemos aplicar a nosotras las personas, solo es cuestión de saber observarlas con perspectiva. Entre otras características que buscamos, también es importante la composición; no nos basta con que sea "bonita", queremos que lo que la rodea la acompañe pero sin restarle protagonismo y aquí es donde tenemos que saber jugar con la profundidad de campo (para quienes desconozcáis el término y explicado de forma sencilla, la grandeza o pequeñez de la zona bajo enfoque). Si buscáis en Internet, encontrareis gran variedad de métodos sencillos para crear un fondo, por ejemplo, de otro color diferente al original (gran solución si buscáis huir del verde invasor, con tonos más o si queréis crear armonía con los colores del componente principal). Yo personalmente creo que las míticas cartulinas de colores son la solución perfecta y más asequible, pero bien es cierto que las láminas de Goma E.V.A. (etilvinilacetato) son geniales para esto ¡lo recomiendo! Lamentablemente ahora mismo no dispongo de ningún ejemplo a mostraros ya que los tengo en otro disco duro externo.


Cuidadín, cuidadín... y esto va destinado al retoque. Claro está en que la finalidad es la clave principal para saber que tipo de procesado aplicaremos a nuestras imágenes (como siempre). Sabiendo "jugar" un poco con las mil y una opciones que nos da por ejemplo Photoshop (si, yo siempre fiel a Adobe jeje) si lo que queremos es un resultado creativo que diste de la fotografía de naturaleza de siempre... ¡rienda suelta! Distorsionar, exponer, contrastes, sobresaturación, HDR y demás están a vuestra disposición. Ahora bien, si buscamos una fotografía propiamente dicha, ¡ojo! porque pasarnos de la raya puede simple y sencillamente fastidiar la captura. Lo primero es tener en cuenta lo siguiente: si a vosotros os llamó la atención esta o aquella flor por sus colores, formas o simplemente porque entre todas destacaba... ¿para que romper su encanto? simplemente con ajustar los parámetros básicos tales como niveles, sombras e iluminaciones, curvas de exposición y corrección selectiva de los colores (si veis que tras realizar la foto el color no es el que habías visionado) y un par más que no afectan en ningún momento el realismo de la imagen, conseguiréis un resultado de diez. Lo que viene siendo, corregir y no modificar.


Por último, no te cortes. La flor va a estar ahí y en los próximos minutos también (salvo que sea una planta mutante capaz de sacar patas y echar a correr, no se irá a ninguna parte), con lo cual no tengáis prisa, sacad cuantas fotos creáis necesarias y desde distintas perspectivas exposiciones. Sobretodo si estaos en el lugar por vacaciones o turismo, de poco os servirá llegar a casa y que esa florecilla que os encantaría mostrar a todos no sale bien en "la foto" que sacasteis. Gracias a las cámaras digitales y las tarjetas de memoria, podemos sacar y sacar tomas para poder observarlas con detalle en casa y escoger la que más nos guste, así que rienda suelta al disparador (sin pasarse, solo los necesarios para tener donde escoger).
Y ya para no daros más la lata, os recordaré lo que siempre os digo... Disfrutad, disfrutad y disfrutad. Salir a fotografiar naturaleza es tan fácil como salir de casa, con lo cual... salida placentera y económica. Al buen tiempo, cámaras fuera y... CLICK!

                                                                                                                                             Foto y textos originales de Caroline A. N.