De fútbol, nacionalismos y Esperanza (I)

Publicado el 23 mayo 2012 por Alejandropumarino

Los políticos aldeanistas que defienden la independencia de sus comunidades o provincias, encontraron un filón inagotable en las reivindicaciones deportivas, como la encarnizada defensa de selecciones nacionales vasca o catalana. De lo que se trata, como señalamos tantas veces, no es de ser diferente, sino mejor; de atribuirse derechos de los que carezcan otros españoles o disfrutar prebendas que los diferencien. Atendiendo a sus pretensiones, el Barcelona habría de disputar una liga con el Granollers y el Lleida, y sus enfrentamientos con el Real Madrid, sería en partidos internacionales, porque lo que no se puede, es tocar las campanas e ir en la procesión. Asturias, o Castilla León, adquirirían así el mismo derecho de tener sus propios equipos y convertiríamos igualmente al Real Avilés contra la Cultural Leonesa, en un encuentro internacional. Este cúmulo de despropósitos, ocasiona incontables gastos, además de carecer de sentido, de sentido común quiero decir, porque sí lo tiene para los servidores públicos defensores de la causa local, más interesados en la pancarta “Catalonia is not Spain” que en los cinco millones de parados o en el capital que precisa la banca para sanearse.

Dª Esperanza no estuvo acertada con sus declaraciones sobre el encuentro entre el Barcelona y el Bilbao que tendrá lugar en Madrid, pero tampoco faltó a la verdad. Los insultos al himno o al Rey, están tipificados en el Código Penal, y no hay vuelta de hoja, salvo la de una excesiva tolerancia mal entendida y peor interpretada la mayoría de las veces. La final de la Copa del Rey es un evento deportivo, no político, y el equipo que no esté interesado en jugarla, puede retirarse de ella. Hacer campaña en el Vicente Calderón, está fuera de lugar.