De Gea y otras cantadas históricas

Por Chicharros Enlatados

El portero titular de la Selección Española, David de Gea, se ha convertido en uno de los protagonistas involuntarios de la primera jornada del Mundial de Fútbol de Rusia. Y no ha sido porque el guardameta toledano encajase tres goles frente a Portugal tras otros tantos disparos a puerta, sino por el garrafal error que cometió en el segundo de ellos.
Corría el minuto 44 y el resultado era de empate a uno, merced a los goles de Cristiano Ronaldo y Diego Costa. Todo indicaba que ése sería el marcador al descanso, cuando el 'crack' portugués cogió un balón en la frontal del área y disparó a puerta sin demasiada convicción con su pierna izquierda, teóricamente, la mala. De Gea se arrodilló para blocar el balón, que le dobló las manos para colarse en la red.
Tremenda cantada de De Gea en el 2-1 de Portugal. #Rusia2018 #PortugalEspana https://t.co/dP3W6TJiGm pic.twitter.com/W92RO821QV— El Español (@elespanolcom) 15 de junio de 2018
El fallo del actual guardameta del Manchester United ha hecho que muchos empiecen a cuestionarse si es el jugador idóneo para seguir defendiendo la portería española en lo que resta de Mundial. Sobre todo, porque este error se añade al que había cometido recientemente frente a Suiza, en el último encuentro amistoso disputado por España justo antes del inicio de la cita mundialista.

Y la verdad es que no sería la primera vez que un portero del equipo nacional es relegado al banquillo tras una mala actuación. Eso es exactamente lo que le sucedió en el año 2000 a un auténtico porterazo de la talla de José Francisco Molina, durante la Eurocopa de Bélgica y Holanda. Tras una pésima salida por alto que terminó en gol de Noruega y derrota de España, el entonces seleccionador, José Antonio Camacho, no tuvo reparos en sustituirle por Santiago Cañizares durante el resto del torneo.

Molina, en una imagen de 2007 cuando jugaba en el Levante. / Autor: Darz Mol 

También existen antecedentes de que un error de patio de colegio no necesariamente tiene que ser sinónimo de castigo. Eso es lo que sucedió en 1998 en Francia, cuando un autogol de Zubizarreta frente a Nigeria no le impidió seguir jugando el resto de la competición. Aunque sólo dos partidos más, porque España terminó eliminada en la fase de grupos. Y también había sido en Francia donde, 14 años antes, el mítico Arconada se había tragado una inofensiva falta de Platini, con la diferencia de que aquello era una final, en la que la Selección cayó derrotada...

Pero si hablamos de cantadas en partidos decisivos, no podemos olvidarnos de otros ejemplos mucho más recientes. Hace apenas un mes, el Real Madrid conquistaba su decimotercera Copa de Europa tras vencer al Liverpool por 3-1 en un encuentro que se recordará por el golazo de chilena de Gareth Bale, pero también por los dos regalos que le hizo al equipo blanco el portero Loris Karius. No es de extrañar que el jugador alemán terminase llorando y pidiendo perdón a la afición 'red'...

Y terminamos este repaso con el también alemán Oliver Kahn, responsable de otra de las cantadas más recordadas de la historia de los Mundiales. Fue en la final del torneo celebrado en Corea del Sur y Japón en 2002, cuando fue incapaz de atajar un sencillo disparo de Rivaldo, lo que permitió a su compañero Ronaldo abrir el camino hacia el quinto título de Brasil. Aunque eso no impidió que Kahn recibiese el Balón de Oro que le acreditaba como mejor jugador del torneo, casi es preferible fallar en un partido inaugural, como ha hecho De Gea, que pifiarla en el último y decisivo...