El viernes, el Partido Popular entregó la jefatura del Gobierno al Socialista Obrero Español y su líder Pedro Sánchez Pérez-Castejón alcanzó lo que buscaba hace tanto tiempo.¿Por qué se cayeron Mariano Rajoy Brey y su gente? Por la corrupción sistémica que, en buena parte de la clase política española, se convirtió en forma de gobernar. ¡Pero no es privativa de los Populares! No pocos dirigentes socialistas también hicierono gala de falta de escrúpulos y transparencia similares (caso Malaya, los ERE, la misma trama Gürtel que terminó de hundir a Rajoy) y no es necesario recordar las “maravillas” descubiertas de Convergència Democràtica de Catalunya y su heredero el Partit Demòcrata Europeu Català, por sólo citar de los más repetidos en medios.Rajoy pasará a la historia peninsular como el escribano de provincias que logró liderar los Populares para después renegar de su antecesor (Aznar) y convertir el partido de uno de derecha moderno en otro socialdemócrata de derecha; también será el político del inmovilismo “porque sabía manejar muy bien los tiempos” y de la estrategia del avestruz, negando todo (la crisis de Cataluña y el actual desenlace son ejemplos de sus indecisiones).Sánchez tampoco es un bendecido. Sus consignas bloqueadoras (el ¡No es No!) y su búsqueda del Poder a cualquier precio en 2016 uniendo Ciudadanos y Podemos y ahora recibiendo el apoyo de todos los nacionalistas e independistas extremistas, no son augurio de esperanzas, sobre todo luego del fatal paso de Rodríguez Zapatero por el cargo que ahora ocupará.Sánchez y Quim Torra i Pla llegan al poder simultáneamente. Esperemos ver qué pasará.
El viernes, el Partido Popular entregó la jefatura del Gobierno al Socialista Obrero Español y su líder Pedro Sánchez Pérez-Castejón alcanzó lo que buscaba hace tanto tiempo.¿Por qué se cayeron Mariano Rajoy Brey y su gente? Por la corrupción sistémica que, en buena parte de la clase política española, se convirtió en forma de gobernar. ¡Pero no es privativa de los Populares! No pocos dirigentes socialistas también hicierono gala de falta de escrúpulos y transparencia similares (caso Malaya, los ERE, la misma trama Gürtel que terminó de hundir a Rajoy) y no es necesario recordar las “maravillas” descubiertas de Convergència Democràtica de Catalunya y su heredero el Partit Demòcrata Europeu Català, por sólo citar de los más repetidos en medios.Rajoy pasará a la historia peninsular como el escribano de provincias que logró liderar los Populares para después renegar de su antecesor (Aznar) y convertir el partido de uno de derecha moderno en otro socialdemócrata de derecha; también será el político del inmovilismo “porque sabía manejar muy bien los tiempos” y de la estrategia del avestruz, negando todo (la crisis de Cataluña y el actual desenlace son ejemplos de sus indecisiones).Sánchez tampoco es un bendecido. Sus consignas bloqueadoras (el ¡No es No!) y su búsqueda del Poder a cualquier precio en 2016 uniendo Ciudadanos y Podemos y ahora recibiendo el apoyo de todos los nacionalistas e independistas extremistas, no son augurio de esperanzas, sobre todo luego del fatal paso de Rodríguez Zapatero por el cargo que ahora ocupará.Sánchez y Quim Torra i Pla llegan al poder simultáneamente. Esperemos ver qué pasará.