De ir a Londres a beber vino, iria mejor a tomar te

Por Heltroger

La cultura de te en Inglaterra no tiene parangón, encuentro que es un buen ejercicio para el catador de vinos diversificarse e ir a catar te, ya que al ser esta una bebida diluida en agua tenemos que esforzarnos mucho mas en encontrar las vetas de los aromas y sabores.

Las dos bebidas se parecen mucho y tambien se diferencian a montones, ambas son ricas en taninos y por allí se puede profundizar entre una y otra, al presentar el te diferentes combinaciones y variedades nos puede enriquecer como profesionales de los sentidos, recuerdo que en una ocación para describir un vino tinto aleman de la zona de Ahr, el Unplugged de la variedad Spätburgunder de la bodega Weingut H.J. Kreuzberg, tuve que sacar de mis recuerdos ese sabor que lo habia encontrado en un te de escaramujo muy popular en Alemania.

Ambas bebidas han desarrollado una cultura propia y tienen un gran impacto economico en los paises productores y en los paises como el Reino Unido que ha hecho de esta bebida su emblema nacional y dominan su comercialización. Se ha hecho de la “hora del té” una costumbre muy arraigada que tiene lugar entre las 3 y las 5 de la tarde. Los ingleses, a la hora de beber el té, lo beben solo, con azúcar o con leche. Se inclinan generalmente por los "blends" y para acompañarlo hay una gran variedad de galletas, ponquesitos, emparedados que permite disfrutar muy a gusto de la infusión.

Debemos ser abiertos, no podemos hacer del vino una religión y volvernos fanaticos, de vez en cuando nos debemos permitir un pecadillo como beber una pinta de cerveza o tomarnos una vasija humeante de Earl grey con aceite de Bergamota que lo hace un tris picante y que es uno de mis favoritos.