Pero llegó mi gran amiga Trimadre y escribe un post perfecto y emocionante que podéis encontrar aquí, y allá que se me remueve todo lo que tenía en mi interior..
Así que hoy, vengo a vomitar todo lo que tengo en mi interior respecto a MI EXPERIENCIA con la lactancia y mi sensación de FRACASO.
Me siento delante del ordenador y pienso qué palabra quiero traer hoy a mi Diccionario de la Maternidad... Miro para no repetir letra, que ya llevo unas cuentas repetidas y veo la F.. Y pienso ahora, abriré el diccionario y a ver qué palabra me sale.. Y si me gusta la desarrollo... Pero no puedo. F.. y sólo me viene a la mente una.. FRACASO.
Hace unas semanas se celebró la semana de la Lactancia Materna, y no quise ni entrar a mirar ninguna entrada. No me apetecía ver las experiencias tan buenas y satisfactorias que habían vivido otras madres.
Cuando nació Blanca intenté con todas mis fuerzas, y con todo mi amor amamantarla. No voy a entrar en todo lo que hice para seguir con lactancia exclusiva que ya la hice en otro post, pero no lo conseguí. No tiré la toalla, y estuvimos con lactancia mixta hasta los 6 meses, aún ya habiéndome incorporado al trabajo. Durante esos meses, me empapé de todos los libros existentes, me leí todos los blogs de maternidad y prolactivistas. Me sentí apoyada, por la experiencia de muchas madres que me mostraron sus experiencias igualmente desastrosas y que me hicieron ver que éramos unas cuantas las que no lo habíamos conseguido.
Cuando me enteré que me había vuelto a quedar embarazada, me preparé para que no me volviera a suceder. Me informé por todos los sitios. Y estaba convencida de que no me iba a pasar de nuevo... Pero ahí que llegó mi pequeña, tan pequeñita e indefensa, me la puse al pecho desde el primer momento, y comenzamos con nuestra batalla diaria.
Ya os conté en OBSESIÓN, que no lo tuve fácil entre otros motivos, por presiones familiares y por presiones pediátricas, y conseguí alargarla hasta los 7 meses siempre Mixta.
Pero eso me ha dejado una herida abierta, una espinita que no me puedo quitar:
Por qué yo no pude haber tenido una lactancia materna plena.
Por qué las circunstancias se ponen en mi contra para que podamos disfrutar de ese momento tan íntimo y especial como es el Amamantar.
Por qué mis hijas no pueden alimentarse sólo de mí, y necesitan ayuda.
Por qué, por qué.
No me siento peor madre, que conste, ni creo en las Ligas. Creo que cada uno elige, y yo elegí por dos veces y no pude llevar adelante mi decisión y eso es lo que me hace sentir Fracasada.
No me siento juzgada, y si me sintiera me daría igual. No es la opinión de terceros, ni las presiones sociales que hay hoy en día para que las mamás den el pecho. Es única y exclusivamente una cuestión personal, un dolor profundo que tengo en mi interior. Una sensación de ahogo, que estoy teniendo mientras escribo estas letras, y que hacen que me sienta mal.
No sé si volveré a ser madre, pero sí sé que si volviera a ser madre, lo volvería a intentar.