Podríamos encontrar muchos ejemplos en las últimas semanas, pero solo recojo las entrevistas más recientes, escribe en La Vanguardia [El PP y la catalanofobia, 24/09/2024] su director Jordi Juan: Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, afirma este domingo en El Mundo: “No admitiré que se le dé un solo euro a Catalunya a costa de Galicia”. Y María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, también este domingo en La Razón: “La defensa del interés de Extremadura no puede ir en perjuicio de un catalán”. Y el fin de semana pasado, Juan Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, en El Mundo: “No voy a aceptar que un catalán tenga más que un andaluz”.
Si se fijan todo el relato va en la misma dirección: contraponer el catalán al gallego, al extremeño o al andaluz. Se da por hecho que el nuevo sistema de financiación va a suponer un incremento de las cuentas de Catalunya a costa del resto de comunidades. De nada vale decir que el proyecto aún no se ha presentado, ni se ha discutido, y que el propio presidente de la Generalitat, Salvador Illa, proclame que “Catalunya ha estado y estará a la primera línea de la solidaridad en España”. Lo que se busca es tratar de imponer un discurso que alienta la catalanofobia en toda España.
En la reunión mantenida ayer en la sede del PP en Génova, donde Alberto Núñez Feijóo reunió a todos sus barones, se dejó caer de nuevo la idea de organizar manifestaciones para salir a la calle y denunciar las consecuencias de la “singularidad” de Catalunya. Menos mal que la propia dirección nacional del PP enfrió los ánimos movilizadores y señaló que, de momento, esta vía no está sobre la mesa.
No es bueno alentar la confrontación entre territorios. El independentismo catalán lo ha hecho y tiene buena parte de culpa de la fractura que se ha generado estos últimos años. Pero parece que el PP no se ha enterado o no se ha querido enterar de que el perfil del actual presidente de la Generalitat es muy diferente. Alentar la catalanofobia solo puede llevar a su vez a fomentar más hispanofobia en Catalunya y dar nuevos argumentos al independentismo que no ha desaparecido. No todo vale para ganar votos. Jordi Juan es director de La Vanguardia.