De la crisis constituida, al poder constituyente

Publicado el 07 mayo 2017 por James Nightingale @atracoalpueblo

DE LA CRISIS CONSTITUIDA, AL PODER CONSTITUYENTE
   Fueron tres ángeles del mal los que hipócrita y perversamente mancharon el siglo 20: en el octubre ruso, en 1917, Vladimir Ilich Uliánov (Lenin), con su Revolución Bolchevique; en 1922, cinco años después, Benito Andrea Mussolini y sus “Camisas Negras”, en nombre del Fascismo, “Estado Corporativo”, en Roma y más de una década posterior, en el Reichstag, Parlamento alemán, en 1933, Adolfo Hitler y su “Mein Kampf” (Mi Lucha) encargados de llevar al mundo a la más grande desviación del proceso evolutivo del hombre sobre La Tierra. 
   Comunismo, fascismo, nacionalsocialismo o “nazismo”, todos consagrando al Estado por encima de la sociedad y del valor del individuo, en nombre de un “pueblo” que tenía que estar inscrito a su lado. “Dentro del Estado, todo; fuera del Estado, nada”. Teorías falsas que la historia se encargó de rebatir, sin que por ello se hubiese impedido que, de vez en cuando, en países de débil cultura política, volviesen sus ideas a encandilar “colectivos”, ingenuamente convencidos de su “bondad”. 
   Es el caso nuestro, en el día de hoy, con un “pueblo” cuyo tamaño, desfigurado, inexistente, se presenta como fundamento de un régimen, sin orden, ni concierto, temerariamente encaminado a destruir a Venezuela, “por las buenas, o por las malas”.
   Un régimen, cuya errática gestión ha “constituido” una crisis de “pronóstico reservado”, hambre, miseria, desolación, persecución y castigo para las grandes mayorías, para concluir proponiendo una “constituyente”, a modo de señalar una vía para desandar su atropello.

   No es la primera vez que se da el caso. Los que no aciertan y se aproximan al filo del abismo, en su desespero, se traicionan y mencionan los títulos de la sanción que merecen, a través de la cual debe ser redimido su pecado. La ilegitimidad y la carencia de virtudes, ante la crisis “constituida”, hacen que el régimen demuestre que sabe que no puede llegar hasta el final. Y por eso propone una “constituyente” para obviar lo “constituido” y ¡volver a empezar! Más fascismo que comunismo; más camisas negras que boinas rojas; nazismo puro y los “arios”, armados, abarrotando los linderos comunales falsificados.



   Pensamos que la misma Constitución de origen “chavista”, concebida, quizás, para otra época, tiene los indicativos, las herramientas indispensables, para “sacar de quicio” a los intrusos, adueñados ilegalmente del Poder. Y para, de una vez, corregir las debilidades estructurales de una República, a la que deben dársele las llaves para que abra, sin demoras, las puertas del futuro.
   Otra Constituyente, pero de verdad, prevista para que sea convocada, en propiedad, por el Poder Originario, por el soberano, en ejercicio electoral genuinamente democrático, mediante votación universal, directa y secreta, sin sectores privilegiados que valgan unos más que otros, sino instrumentando el único modelo posible en democracia: “un hombre, un voto”.
   Y para ello, ya hay una organización respetable trabajando, en la recolección del 15% de las firmas de los integrantes del patrón electoral –tres millones, aproximadamente— para ir a fondo a poner orden en un país con una pesada carga de desorden: la Alianza Nacional Constituyente. Todo lo que hay que hacer, como se hizo en 1999, es confeccionar una pregunta y tramitarla, vía referendo, para que la legítima expresión del soberano recupere para Venezuela, la fortuna perdida.
   Sugerimos un texto, basados en nuestra experiencia y nuestro conocimiento del medio ambiente humano nacional:
“¿Está Ud. de acuerdo en convocar, en base a lo dispuesto por la Constitución vigente y como representante del Poder Originario del soberano, a una Asamblea Constituyente, fundamentalmente para perfeccionar a la actual Constitución, en cuanto a la organización de la República democrática de Venezuela, incluida la descentralización y la autonomía plena de los Estados y para establecer sanciones, tanto a funcionarios públicos, cualquiera que fuere su rango, como a todo aquel que aparezca incurso en actos violatorios de su texto y de su espíritu, así como de los derechos humanos universales, expresamente los referidos a la libertad y a la justicia? SI____  NO____”
Rafael Grooscors Caballero
via Luis Manuel Aguana  @laguanagrooscors81@gmail.com.-   
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