La guerra de divisas es una hipótesis que afirma que muchas maniobras internacionales tienen lugar para apoyar el actual sistema de moneda fiduciaria en el cual la importancia del dólar estadounidense se determina por el hecho de que los precios de muchas mercancías como por ejemplo la energía, el petróleo y el gas, se tasan en dólares. Debido a que muchos países guardan grandes cantidades de dólares como reservas, éstas pueden usarse para comprar estas mercancías sin la necesidad de conversión de divisas. Si la denominación de los precios de las mercancías se cambiara a otra divisa, por ejemplo el euro, muchos países venderían los dólares causando un desplazamiento de las reservas a esta moneda. De acuerdo con la ley de oferta y demanda, esto debilitaría al dólar.
Parece que los gringos quieren volver al proteccionismo para evitar el debilitamiento de su moneda y la UE tiene miedo de ello. Es muy paradógico que USA, habiendo ignorado olímpicamente a la Unión Europea en su momento, quiera ahora hacer un mini-Maastricht pero a escala mundial. El gran Lobby financiero está preocupado y busca un pacto para que el señor dólar no se debilite, para que el histórico imperio siga siéndolo durante mucho tiempo más. Incluso quieren ir más allá, a un nuevo Bretton Woods en el que las principales divisas se coordinen entre sí con el oro como valor de referencia último. Pero una nueva paradoja les sale al encuentro, los Chinos no están de acuerdo y para este tipo de jugadas son unos maestros. ¿Será el fin del sueño americano? ¿La causa, su excesivo consumismo o quizás el afán acreedor de China que produce sin consumir? ¿Volverán estos avaros señores al proteccionismo y a los errores de la gran depresión?
Ya veremos en que termina esta nueva guerra.
(Foto Der Spiegel, vídeo BBC)