Pastor de cabras en su infancia y con formación autodidacta, el poeta militó en el bando republicano como Comisario de Cultura. Al terminar la guerra fue encarcelado y condenado a muerte por izquierdista y escritor. Tras publicar su "Cancionero y romancero de ausencias" y conmutada la pena de muerte por la cadena perpetua, murió de tuberculosis en el penal de Alicante en 1942.
A petición de la nuera del poeta a través de dos iniciativas de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica de Alicante, se pidió al Ministerio de Justicia (a finales de octubre de 2009)"la reparación y reconocimiento de la condena injusta" del poeta.La segunda petición inluye la revisión y anulación de su condena a muerte. En 1940 se le acusaba de "chivato traidor", de "izquierdista" y "dedicarse a actividades literarias". Al parecer, Franco no quería otro Lorca, así que conmutó la pena de muerte.
Ahora vivimos en democracia. Ningún escritor o alguien que se dedique a las sospechosas "actividades literarias" será condenado a muerte, pero en cambio, un juez que trata de investigar los crímenes del franquismo (¡qué gran delito!)recibe la acusación de prevaricación para ser apartado del tema. Desde entidades ultraderechistas (Manos Limpias y Falange) se promueve condenar a un juez que ha luchado contra el terrorismo, el narcotráfico y contra el mismo Pinochet para sentarlo en el banquillo y ser, por fin, juzgado. Estando libres mafiosos, chupadores de bote, corruptos y algunos pederastas que salen y entran sin demasiados problemas, se tiene que juzgar a Garzón.
Señores del Supremo: Adelante, juzguen al Sr.Garzón y sigan dejando libres a todos los políticos corruptos que se llenan los bolsillos mientras se ríen de nosotros; contínuen dando permisos de fin de semana a los violadores. Enloden y enmarañen sus casos de corrupción mientras el señor Garzón pretende poner claridad en los crímenes causados por la derecha franquista; pretende abrir y encontrar las fosas donde aún yacen enterrados los ejecutados por el régimen. ¿Acaso sus familiares no tienen derecho a encontrar a sus abuelos y a enterrarlos como Dios manda?
Al parecer, en el Supremo muchos "salen del armario" y revelan su verdadera cara, la de la ideología que ahora sacan a relucir castigando a un juez por buscar la verdad.
El Supremo impuso una multa de 1000 euros al juez que dejó en libertad a Santiago del Valle. Una libertad que causó la muerte de Mari Luz Cortés. Gran sentencia, gran castigo para un juez. Y ahora, ¿se va a mandar al banquillo de los acusados a Garzón? ¿Por trabajar por la justicia?
El Supremo ensucia la memoria de los que trabajaron y trabajan para la libertad, para la verdad; ensucia la memoria de los muertos en las cunetas que aún no han sido desenterrados. Ensucia a la vez, la memoria de esos "izquierdas-poetas-sospechosos" que escribían versos para combatir la represión y sanar las heridas.
Pero en un país donde hacer apología del franquismo no es delito (cuando sí lo es en Alemania hacerlo del nazismo) todo puede pasar...¿Acaso los crímenes de lesa humanidad han de quedar impunes para siempre?
Juan Manuel Serrat ha sido uno de los cantautores que más ha trabajado para dar a conocer la obra de Miguel Hernández, musicándola de forma magistral.
A continuación, la maravillosa "Para la libertad", dedicada a los que aún tienen la vida:
Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz! Pablo Neruda