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2014 Coaching personal // Espiritualidad
DE LA RESISTENCIA A LA EXISTENCIA (y II)
Continuación…
Y descubres que antes de llegar a la existencia, habías gastado mucha energía para simplemente resistirte a ella, a lo evidente, viviendo una vida opaca y que poco tenía que ver con tu ser auténtico e interior, con tus deseos y sueños de ser feliz y vivir la vida que mereces!
Pero cuando reaparece la existencia en tu vida (como cuando eras un niño), todo cambia y cobra sentido. Aunque no hayan cambiado el escenario, las personas que habitan en él o los momentos. Estás tal vez en los mismos lugares, con las mismas personas o viviendo instantes similares, pero los vives de otra manera, más intensos, más enriquecedores, más inolvidables y por los que te sientes más agradecido, aunque ahora ya aceptes que todo es cambiante, que cada día y cada momento que llega es único e irrepetible, por definición.
Empiezas a sentir que tú eres quien manda en tu vida, aunque también que la vida tiene sus propias consignas y te ofrece todo cuando toca, no cuando tú lo habías planeado. Empiezas a darte cuenta que en esta rueda de la vida en la que todo tiene su momento y su sentido profundo, estamos todos y que cada uno tiene su cometido, porque vivir no es otra cosa que descubrirlo y llevarlo a cabo, aportando tu mejor existencia al mundo. Que ahora y desde siempre en tu historia, se trata de no resistirte a él, sino fluír para reencontrarte con ese tesoro que no está donde siempre lo habías buscado, sino que está -y estuvo desde siempre- en tu interior, esperando tu llegada…
Y si logras deshacerte del ruido ambiental, de todo aquello que ocupó tu mente y tu corazón durante tanto tiempo, sientes tu vida de otra manera y solo desde dentro. Y cada instante, cada lugar que visitas y cada mirada que compartes, se convierten en algo esencial de tu propia vida. Algo que te ecerca a ti y a los tuyos, algo que quizás no sabes explicar siempre con palabras, pero que llena tu corazón y que se te queda dentro, para siempre, aunque solo se viva durante un instante. Y que el siguiente instante ya es nuevo y lo experimentado anteriormente ya es historia. Y te sientes singular, humilde, etéreo, auténtico, irremplazable, agradecido y pleno… como tal vez lo habías sido siempre, aunque no te dieras cuenta hasta que tuviste el valor de abrir tu corazón a la vida real sintiendo amor y compartiéndolo en momentos felices… simplemente dejando de resistirte a todo ello!