… de las tiritas para muñecos

Por Arusca @contrasypros

Tener hijos es igual a tener el botiquín lleno de apiretales, dalsys, agua oxigenada y tiritas. El paracetamol para adultos puede faltar llegado el caso, pero no cualquier cosa necesaria para realizar una primera cura en casa a un miembro de tu progenie.

El curso pasado, el Mediano se hizo en el cole una brecha en la cabeza producida por una caída y golpe en barandilla. Le pusieron tres grapas. ¿Lloró? No, para qué, si su madre no estaba delante. Eso sí, ya en casa, la cura con un poco de betadine en un algodón provocó ríos de lágrimas desconsoladas. Y ahí estaba yo, debatiéndome entre curarle a besos (si se dejara, claro) o pasar de quien no llora por las grapas pero sí por el algodón. Para tranquilidad de todos, se curó estupendamente y, a parte de la consecuente cicatriz en la cabeza, no hubo mayores repercusiones.

El caso es que le pusieron una venda en la cabeza. Menudo espectáculo. Se veía más venda que cabeza y todo para tres grapillas. Y, como no podía ser de otra manera, a su osito, ése al que más quiere de entre todos los que hay en su cama, también tuve que ponerle una venda. Y, oh, sorpresa, parece que mi hijo se calmó un poco. Es como si al ver a su osito de la misma guisa que él, ya no le doliera tanto… el dolor compartido duele menos.

Pues desde el curso pasado ando yo dándole vueltas a esto. No sé si a vuestros hijos también les pasa. Supongo que sí. Es curioso, ¿verdad? En mi caso, no es la primera vez que me doy agua oxigenada en la mano para que vean que no pasa nada y me dejen curarles la herida de turno. Con la crema de los chichones, al principio, lo mismo: acababa dándomela yo.

Tampoco es la primera vez que he tenido que ponerles tiritas, aunque no las necesitaran, para que me dejaran curarles más tranquilamente. Bueno, pues aquí es dónde yo quería llegar. A las tiritas. Y es que el otro día vi esto a través de Pinterest (where else? parafraseando al famoso anuncio) esta genial idea para hacer tiritas… ¡a los muñecos!

Se necesita poca cosa: fieltro, velcro (ambas caras) del que se pega (o tendréis que coser más), aguja, hilo y tijeras. Lo siento pero si queréis que vuestras tiritas sean lo más reales posibles, os va a tocar coser. La idea es recortar el fieltro con forma de tirita y unirlo al velcro. De esta manera, el velcro se pegará a la tela del muñeco. Pero como hay telas en las que no pega, utilizamos la otra cara del velcro y, como éste es de pegar, pegamos primero una parte del velcro al muñeco y encima ya podemos poner la otra parte, la de la tirita en sí. Os lo cuento mejor en el vídeo que hay al final y que ya está también en el canal de YouTube del blog.

CONTRAS:

  1. En esta manualidad, hay que coser. Lo siento pero hay que sacar la aguja. Aunque ya os digo que no hace falta ser expertas costureras para coser el rectángulo.

  2. El velcro de pegar es difícil de coser porque, al meter la aguja, a ésta le cuesta atravesarlo por el pegamento que lleva el velcro.

  3. Aunque el velcro puede ser de cualquier color, para el fieltro yo os recomendaría marrón, que es el color más parecido al de las tiritas de toda la vida.

  4. Como vais a estar con aguja, no recomiendo que los niños participen en esta manualidad. Pero una vez más, sois vosotras las que conocéis a vuestros hijos, si son capaces o no de no tocar la aguja.

PROS:

  1. Precisamente porque el velcro tiene pegamento en una cara, hay que coser menos que si no lo llevara. Así que, como también se puede utilizar el velcro normal, os dejo a vuestra elección cuál preferís usar.

  2. Una lámina de fieltro es barata. Y el poco de velcro que se necesita (sea del que sea y aunque se necesiten ambas caras) tampoco es caro. La aguja y el hilo doy por sentado que ya tenéis en casa.

  3. Se tarta poco tiempo en hacer. Menos aún si sois ágiles con la aguja.

  4. A los niños les encanta ver a sus muñecos con las tiritas. No hace falta que me creáis. Haced la prueba en casa y luego me contáis .

  5. Os va a sobrar material seguro. Así que no hay problema en hacer más tiritas si alguna se pierde o extravía.

  6. Podéis hacerlas más reales aún pintándoles puntitos con un rotulador de punta fina.

Ahora sólo falta guardar las tiritas hasta nuevo aviso. Para no extraviarlas, yo las he puesto junto a las de verdad. ¿Qué os ha parecido la manualidad de hoy? ¿Os animáis a hacer estas tiritas para los muñecos de vuestros retoños? Si tenéis alguna duda, preguntádmela en los comentarios. Yo os la intentaré resolver. Y si queréis ver más juguetes caseros sólo tenéis que pinchar en el enlace .