Así que para celebrar su cumpleaños, mi padre y yo buscamos un sitio especial en el que ir a comer y disfrutar los tres juntos de su día. Y tras intentar sin éxito Txocook, tras varias llamadas sin respuesta, y un mail bastante borde en el que nos explicaban que las reservas no se hacían por teléfono ya que lo tenían estropeado (wtf?¿?¿?), mi padre sugirió Zapirain. Seguro que a muchos os suena, tras cincuenta años sirviendo su espectacular sopa de pescado en Lekeitio, decidieron no hace mucho venirse a Bilbao, para seguir con su cocinad tradicional y esa sopa que les diferencia.
Entramos en el local de Juan de Ajuriaguerra donde se encuentra ahora, un local amplio, diáfano y lleno de ejecutivos. Pues ahí que entramos los tres, nos sentaron al fondo, en una mesa en la que no nos tocábamos ni queriendo. Así da gusto.
Para empezar una cremita de aperitivo, mientras esperábamos el foie de la casa y la sopa de pescado como entrantes. ¿Los segundos? No podía ser otra cosa que pescado, siendo un local que nació en Lekeitio, ¿qué otra opción iba a ser mejor?
¡Empezamos!Nos acompañó a la mesa la propia Amaia Zapirain, encantadora, al igual que el resto del personal de sala, por cierto, mujeres al completo. Mira que no soy muy de cremas ni purés, pero el chupito que nos sirvieron, me encantó por su sabor, y en dosis pequeñas, ¡me lo tomo!
EntrantesLo de la sopa de pescado estaba claro: mi padre le comentó a Amaia, que desde que leyó en el periódico un articulo sobre su famosa sopa, se quedó con las ganas de probarla. En ese mismo artículo daban los ingredientes necesarios para hacerlo, sólo que las cantidades ¡eran descomunales! Que si 40 litros de agua, no sé cuantas merluzas, rapes… Una locura. Mejor ahí, sentaditos.
Llegó el foie, junto con unas tostaditas de pan tipo brioche de frutos secos y pasas que nos comimos de mil amores, junto con el foie y una mermelada que parecía de higos o alguna fruta similar.
Tras el foie, el plato estrella de Zapirain: la sopa de pescado. Densa, humeante, un poco picante, con un color entre rojizo y marrón y con tropezones bien grandes que se fueron al fondo del plato. No os voy a contar más, solo que busquéis una ocasión para ir a probarla: un cumpleaños, una licenciatura, o que es martes. Yo qué sé, lo que os apetezca celebrar, pero de verdad, pedid la sopa, no importa que sea agosto.
Segundos¿Cuantos posts llevo? ¿100? ¿200? Creo que algo más de 300. Pues en 300 posts, es la primera vez ¡que me desaparece una foto! Sí, como lo oís. Llevo toda la semana para publicar el post, porque aunque los tres recordamos perfectamente cómo hice la foto, pues nada, chica, que el rape no está. Ni idea de lo que ha pasado, ¡misterio! Así que aquí, podéis ve el mero que pidió mi madre, y que estaba en su punto, delicioso, junto con unas patatas panaderas y un refrito de ajos. Mi padre y yo pedimos un
The end: los postresCuando llegan los postres, siempre siempre siempre me nubló ante una tostada de brioche. Da igual lo que haya en la carta, de verdad, no veo más. Y en Zapirain no hubo excepción: según la vi, no pude pedir nada más. Mi madre, muy pendiente ella del blog, pidió una de las numerosas tartas caseras (de limón, de queso…) pantxineta de hojaldre con nata y crema. Insisto, id a Zapirain a probar su sopa, e id a Zapirain a probar sus postres caseros, son AMOR en mayúsculas.
RESTAURANTE ZAPIRAINC/ Juan de Ajuriaguerra 22. Bilbao944055273
Comer en Zapirain Bilbao es trasladarte a Lekeitio, a ese sabor a mar transformado en una sopa maravillosa o en un pescado al horno o a la plancha. Si hay tanto encrobatado allí comiendo, por algo será, que las comidas con los jefes o clientes importantes no se hacen en un kebab, por algo será. Además entrar en este restaurante es como sentirte en casa, Amaia y su equipo se encargan de ello: sí es cierto, que cuando entré, con mis vaqueros, mis converse y esa cara de me-quiero-morir-del-cansancio me setí incómoda entre tanto traje, pero se me pasó en dos frases con la chica que nos atendió y que me hizo sentir como uno más. Deliciosa y saborea comida, atendió perfecta, y la mejor compañía del mundo.
Comida de cumpleaños para tres, por algo menos de 200€, incluido la botella de agua y txakoli Txomin Etxaniz