Pinilla y Torremocha de Jadraque, también son conocidas por Pinilla y Torremocha de las Monjas porque en ambos lugares las hubo. En Pinilla existió un monasterio (hoy en ruinas) de la orden del Cister, fundado en el siglo XIII, que luego pasó a la orden de Calatrava. Y en Torremocha hubo un convento que dependía del primero. Entre ambos pueblos hay otra relación, menos conocida, que cuenta el colectivo Musgaño (gracias):
Cuentan que averiguado el suceso, se reunieron religiosas y vecinos para buscar una solución aceptada por todos. Dicen que acordaron que el Cristo permaneciera en Torremocha, pero debían compensar a los vecinos de Pinilla con un verraco. Cuentan que desde entonces a los de Torremocha se les conoce como “robacristos” y a los de Pinilla como “verraquetes”.
¿Y aún me preguntas por qué la Sierra Norte es un paraíso?
Lar-ami
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