De cara a mi próxima etapa de vuelta al desempleo, he empezado ya a mirar ofertas de trabajo por varios sitios. Al estar la situación tan cruda, me he ido directa al blog a contaros lo que me estoy encontrando y lo que más me está costando digerir. Por tanto, hoy no me enfocaré en los problemas y carencias que tienen los estudios de turismo sino en los perfiles de trabajo que solicitan las empresas del sector turístico.
Existen muy pocas ofertas de trabajo que exijan tener formación en turismo. Si en la mayoría de buscadores de ofertas de trabajo aplicamos filtros y seleccionamos la categoría de “turismo”, ésta habitualmente va unida a “restauración”. Ésto provoca que como resultado se listen una serie de ofertas mayormente relacionadas con el sector de la restauración, sector en el que alguien con formación en turismo no se siente preparado para afrontar. Y es que la confusión creada en la universidad de no saber separar, existiendo muchísimas diferencias, lo que es Dirección hotelera y Turismo se ha trasladado al mercado de trabajo. Una vez más, caemos en la falacia de que turismo equivale a hotel…
En la UIB, la Escuela de Hostelería de les Illes Balears (EHIB) y la Facultad de Turismo han compartido espacio durante mucho tiempo. Esto ha provocado que algunos no sepan que son dos tipos de estudios diferentes.
La EHIB tiene una oferta académica centrada en dirección hotelera y en servicios de restauración. La facultad de turismo ofrece, por el momento, dos itinerarios basados en dirección (no siempre hotelera) y planificación (territorial). Llamadnos torpes pero, los que hemos estudiado turismo, no hemos aprendido a preparar ricos cócteles (al menos en la universidad…), no sabemos aguantar una bandeja llena de copas (que seguro que no es cosa fácil) ni salimos de la carrera sabiendo dirigir un hotel. Y aunque toda la industria de los hoteles y de la oferta complementaria forme parte del turismo, no lo son todo en este sector.
Hoy en día, que competimos en un escenario global, se necesitan técnicos del turismo capaces de crear y adaptarse a nuevos modelos de negocio, capaces de analizar un mercado de forma transversal y capaces de trabajar codo con codo con otros especialistas necesarios para el completo desarrollo del producto o servicio que se pretenda ofertar.
Algunos de los que hemos escogido formarnos en materia turística, aunque no salgamos totalmente preparados de nuestros estudios, hemos seguido, casi por supervivencia, aprendiendo fuera de la universidad ya sea buscando formación complementaria o investigando y aprendiendo por cuenta propia. El sector cambia constantemente y nosotros cambiamos con él, tratando de aportar una visión más técnica y tratando de no olvidar la diversidad que enriquece al turismo como área del conocimiento.