Allá a lo lejos, en el césped de Berlín, Cuchu Cambiasso lloraba por su penal directo a las manos de Jens Lehmann. Las lágrimas surcaban, también, el rostro de Javier Mascherano. El ticket de regreso de la Selección se imprimía en los cuartos del Mundial 2006. Sueños rotos en celeste y blanco. Y aquí, en la Quinta de Olivos, Néstor Kirchner enviaba un mensaje al capitán Juan Pablo Sorín. “Hablo como argentino y como presidente, y como argentino y presidente estoy orgulloso por la actuación del equipo, por su categoría y por su entrega”, destacaba el ex presidente. Fue uno de sus puntos de contacto con la Selección. Ese equipo que, en esta década kirchnerista, salió de pista varias veces y tuvo seis entrenadores. La lista, pues, le hace espacio a Bielsa, Pekerman, Basile, Maradona, Batista y Sabella. Claro que, más allá de las desprolijidades, el seleccionado degustó momentos fabalusos en estos diez años. Vio de cerca el talento de Messi, que enterró la desconfianza de los fanáticos. Y en el rodaje, vivió partidos inolvidables. Aquí, el top five de sus triunfos…
Sábado 28 de agosto de 2004. El gol de Carlos Tevez firmó el triunfo de Argentina contra Paraguay, en la final de los Juegos de Atenas. Se trató de la primera medalla dorarada para la Selección en esta competencia. Y además, el único título en el ciclo de Bielsa. El DT que, días más tarde, le puso fin a su ciclo en el seleccionado.
Viernes 16 de junio de 2006. Toque, toque y más toque. A puro brillo, Argentina aplastó a Serbia y Montenegro 6 a 0 en el Mundial 2006. Una victoria que filmó el estreno goleador de Messi en una Copa del Mundo. Y sobre todo, la obra cumbre de Cambiasso. El festejo que llegó después de 24 pases y una definición efectiva. El broche perfecto.
Sábado 10 de octubre de 2009. El empate contra Perú dejaba a la Selección contra las cuerdas. Llovía en el Monumental y el viaje al Mundial de Sudáfrica entraba en una zona de turbulencias. Hasta que Martín Palermo tomó el control del avión y lo llevó a destino. El Loco apareció a la hora señalada y, heroico, clavó el 2 a 1. Lágrimas en sus ojos, en los de Maradona, en los de todos.
Martes 7 de septiembre de 2010. Ya no estaba Maradona en el banco. La historia de mentiras y traiciones había quedado en el pasado. Su lugar lo ocupaba Checho Batista. Y esa tarde, Argentina hizo clinck caja contra España, que meses atrás había logrado el Mundial en Sudáfrica. El tridente de Messi, Higuaín y Tevez rebosó de contundencia, en una goleada para recordar.
Sábado 9 de junio de 2012. El día de la consagración de Messi con el seleccionado. La Pulga apareció al rescate de los errores defensivos y celebró por triplicado en el clásico contra Brasil. El último festejo, una perla inolvidable. Se hizo cargo de la pelota en la mitad de la cancha y avanzó a puro slalom. Y desde lejos, hizo foco en un ángulo. Un grito sagrado. Eterno.