“¿Alguien ha maullado a la luna preguntando por mí?”
Últimamente pienso mucho acerca del amor… Aunque no creo en el amor, porque se que existe, es algo que ocurre de verdad, pero siempre pasa de largo cuando se cruza por mi camino. Siempre llama en la puerta de al lado mientras bostezo con aburrimiento. Pero el amor es un niño travieso y le encanta dejarme dulces delante de mi buzón, para que saboree uno de prueba y desee más, pero el precio que tengo que pagar es demasiado alto o simplemente no se puede pagar, era solo “una muestra gratuita”.
Regreso de nuevo, regreso porque no puedo evitar escribir en el Twitter cada 2×3 y porque me enviáis privados preguntándome: “¿por qué no escribo más?” No escribo más porque todo lo que salía de mi uña llena de tinta eran cosas demasiado negras y tristes como para escribirlas, porque el toque irónico sarcástico se estaba convirtiendo en palabras deprimentes sin gracia. Todo lo que quería escribir era eso… Pero la fauna gatuna es tan grande… Los mininos lindos y no tan lindos son tan… ¿Diferentes unos de otros? Cuantas recetas del psicólogo he estado haciendo últimamente… Las historias se me acumulan, los gatitos también.
Me aburren los gatitos, ya no quiero ni gatos ni felinos. Simplemente quiero salir a pasear por mi tejado sin pensar si podría compartir con él mi cuenco de leche y mi cesta llena de ovillos de lana. Pero aparecen sin cesar, y como una novata siempre ejerzo de la idiota de turno que aparece en sus vidas. Así que cansada de ellos, cansada del amor, me propongo a centrarme en lo que mejor se me da… Porque por primera vez se me valora en lo que hago, me hacen ofertas y parece que la vida me sonríe. Y si para tener todo lo demás, ese tipo de amor jamás tiene que aparecer en mi vida… Pues, bienvenido sea.
Tal vez algún día me convierta en una felina de hierro, y conseguiré que Cupido no me tiente con ninguno de sus cebos.
Por cierto… ¿He dicho que ya he regresado? Pues eso, las vacaciones han sido mucho mas cortas de lo esperado. Os he echado de menos y soy incapaz de dejar el blog… ¿Algún día desaparecerá del todo? Puede… O no, ¿quién sabe? Nada es seguro en esta vida, absolutamente nada.