De lo sublime, dios y morricone

Publicado el 28 enero 2010 por Vivian

La majestuosa y sobrecogedora belleza de las cataratas del Iguazú, la serena armonía de la selva...
La majestuosidad de una orquesta filarmónica que sobrecoge, la serena armonía de un oboe…
Lo sublime.
El arte imita a la vida.
A veces, sólo a veces, el arte trasciende al arte fundiéndose con la vida…
La película, una maravilla, los actores, fantásticos, pero ésta es una de esas ocasiones en las que todo se vuelve pequeño frente a la belleza real, la de la Naturaleza, frente a lo sublime de la música que acompaña las imágenes, frente a la intensidad de lo que se siente…
Y es que ante tanta belleza una se siente pequeña, insignificante, y sus sentidos se aturden, y ya no ve ni oye, sólo siente, y le da por pensar, sí, debe ser que Dios existe, y bajó de los cielos para susurrarle al oído a Morricone…
Los que visitáis este blog sabéis que no soy muy de detalles técnicos ni análisis de los mismos en mis entradas, pero, en esta ocasión, creo que es de justicia destacar el trabajo de Chris Menges, director de fotografía de la película.