La mente humana es para Locke un papel en blanco (the mind is a white paper). Quiere decir que todo nuestro conocimiento, todas las ideas de la mente son producto del aprendizaje, de la experiencia, del conocimiento sensible. La experiencia es la fuente del conocimiento humano. En el capítulo primero afirma: “Supongamos, por tanto, que la mente, es según decimos, como un papel en blanco, carente de todo signo, sin ninguna idea, ¿cómo llega a estar provista de ellas? A esto respondo con una sola palabra, de la experiencia; en ella se funda todo nuestro conocimiento y de ella se deriva en última instancia”. Las ideas son cualquier contenido de conciencia obtenido por la experiencia. Según Locke estas ideas son de dos tipos: de sensación y de reflexión. La sensación es la experiencia externa, las percepciones a través de las cuales conocemos el mundo que nos rodea, por ejemplo la luz, el color, etc. La reflexión es la experiencia interna por la que conozco mis estados de ánimo, si estoy triste o alegre. Sensación y percepción son las dos fuentes del conocimiento humano, por tanto rechaza desde el capítulo primero la posibilidad de ideas innatas o caracteres originarios impresos en la mente. Las ideas son a su vez simples y compuestas. Las ideas simples son los materiales del conocimiento, que nuestro entendimiento organiza formando ideas compuestas, repitiendo, comparando y uniendo las ideas simples. Así se expresa en el capítulo 12: “Pero aunque es cierto que la mente es completamente pasiva en la recepción de todas sus ideas simples, también es cierto que ejerce varios actos propios por los cuales forma otras ideas, compuestas de sus ideas simples, las cuales son como los materiales y fundamento de todas las demás.” En la formación de las ideas compuestas, Locke dedica una atención especial a la idea de sustancia -noción básica en la metafísica cartesiana -. Esta idea de sustancia es en realidad la unión de un cierto número de ideas simples que pertenecen a un solo sujeto. Por ejemplo, de una mesa tengo ideas simples en cuanto a la forma, al color, a la textura etc., esas ideas las une la mente suponiendo un sustrato donde subsisten, el concepto o nombre de mesa. Pero este sustrato o sustancia no es más que una necesidad psicológica de unificar todas las percepciones o ideas simples en un sujeto o sustancia única. Locke no niega tajantemente la existencia de esa sustancia, sino que afirma su incognoscibilidad. Las tres sustancias más importantes son, la sustancia corpórea, el alma y Dios. No tenemos un conocimiento cierto y riguroso de ellas, sino una suposición o creencia. Locke coloca a la corriente empirista en el camino del agnosticismo y del escepticismo que desarrollará hasta sus últimas consecuencias David Hume.
La mente humana es para Locke un papel en blanco (the mind is a white paper). Quiere decir que todo nuestro conocimiento, todas las ideas de la mente son producto del aprendizaje, de la experiencia, del conocimiento sensible. La experiencia es la fuente del conocimiento humano. En el capítulo primero afirma: “Supongamos, por tanto, que la mente, es según decimos, como un papel en blanco, carente de todo signo, sin ninguna idea, ¿cómo llega a estar provista de ellas? A esto respondo con una sola palabra, de la experiencia; en ella se funda todo nuestro conocimiento y de ella se deriva en última instancia”. Las ideas son cualquier contenido de conciencia obtenido por la experiencia. Según Locke estas ideas son de dos tipos: de sensación y de reflexión. La sensación es la experiencia externa, las percepciones a través de las cuales conocemos el mundo que nos rodea, por ejemplo la luz, el color, etc. La reflexión es la experiencia interna por la que conozco mis estados de ánimo, si estoy triste o alegre. Sensación y percepción son las dos fuentes del conocimiento humano, por tanto rechaza desde el capítulo primero la posibilidad de ideas innatas o caracteres originarios impresos en la mente. Las ideas son a su vez simples y compuestas. Las ideas simples son los materiales del conocimiento, que nuestro entendimiento organiza formando ideas compuestas, repitiendo, comparando y uniendo las ideas simples. Así se expresa en el capítulo 12: “Pero aunque es cierto que la mente es completamente pasiva en la recepción de todas sus ideas simples, también es cierto que ejerce varios actos propios por los cuales forma otras ideas, compuestas de sus ideas simples, las cuales son como los materiales y fundamento de todas las demás.” En la formación de las ideas compuestas, Locke dedica una atención especial a la idea de sustancia -noción básica en la metafísica cartesiana -. Esta idea de sustancia es en realidad la unión de un cierto número de ideas simples que pertenecen a un solo sujeto. Por ejemplo, de una mesa tengo ideas simples en cuanto a la forma, al color, a la textura etc., esas ideas las une la mente suponiendo un sustrato donde subsisten, el concepto o nombre de mesa. Pero este sustrato o sustancia no es más que una necesidad psicológica de unificar todas las percepciones o ideas simples en un sujeto o sustancia única. Locke no niega tajantemente la existencia de esa sustancia, sino que afirma su incognoscibilidad. Las tres sustancias más importantes son, la sustancia corpórea, el alma y Dios. No tenemos un conocimiento cierto y riguroso de ellas, sino una suposición o creencia. Locke coloca a la corriente empirista en el camino del agnosticismo y del escepticismo que desarrollará hasta sus últimas consecuencias David Hume.