Primero fue Julian Assange quien se enfrento a graves acusaciones de agresiones sexuales, ahora el francés Dominique Strauss-Kahn, del FMI, vaya por delante que en los dos casos algo huele mal,
Y no lo digo únicamente por el presunto delito, que es sin duda grave, todos los delitos hay que perseguirlos y castigarlos y en especial los delitos sexuales, pero ambos casos parecen sacados de relatos de espías y novela negra. En ambos casos se prueba la sensibilidad social, el esquema de valores, y la verdad pronto somos capaces de condenar estas actuaciones.
Claro, que esto es medirnos la catadura moral tanto individual como colectiva, y esto me preocupa mas. Somos capaces de destruir a un personaje publico al ser denunciado por agresión sexual,sin esperar a mas, mientras que vemos normal que el responsable oficial de las políticas monetarias de ajustes salvajes, se gaste 3000 dólares cada noche solo en concepto de pago de habitación en un hotel ( no se si el desayuno estaría incluido) , mientras a Grecia, Portugal, Irlanda...., esto me escandaliza al menos igual.