Esperaremos que pase la carrera y vuelva la tranquilidad, pero de momento mi exceso de responsabilidad no me deja pensar en otra cosa.
Ayer salí con Iván a caminar, pero ya empezamos mal, porque no te puedes vestir de runners para salir andar, te va pasando gente que corre e Iván parecía un león enjaulado, lo peor fue ya cuando nos cruzamos con sus padres que también paseaban con unos amigos. Al despedirnos Iván me dijo ya, que la vuelta la hacíamos corriendo, si ya sabía yo que esto no acabaría en nada bueno...jajaja
Y cuando hubo que correr, madre de Dios, creo que fue la vez que mas larga se me ha hecho la Rambla, es que tu mente va por un lado y tu cuerpo va por otro e intentar buscar el equilibrio es difícil. Y es que son ya muchos meses sin correr y se nota, te pesa todo pero eso sí, cuando terminas la sonrisita de la cara es la misma de siempre.
Y hoy no te tengo secuelas de ningún tipo, así que seguiremos por esta linea, poquito a poco, caminar y correr hasta que el cuerpo vuelva a coger el ritmo.
Pero este finde tenemos el gran acontecimiento, la Trail de Vallforners y si te pones de los nervios cuando vas a correrla, cuando la organizas pasa lo mismo, son tantas pequeñas cosas en que pensar y no quieres que nada falle, y se hace difícil y mas cuando no es tu trabajo, sacas el tiempo en tus horas libres y se hace duro, pero no se, a mi me gusta y disfruto haciendolo, ¿que nadie lo agradece? a mi me da igual, es satisfacción personal y además este año me tengo que poner las pilas y hacerlo perfecto porque vienen Gemma y Yohan del blog Cuentos del viento y me hace especial ilusión y desde aquí le agradezco muchísimo la visita.
Y sólo me queda pediros disculpas por haber estado algo desconectada, pero os aseguro que apartir del domingo, me pongo las pilas...