De madre a madre

Publicado el 03 mayo 2015 por Amber

Ha pasado tiempo desde que se redactó esta carta, pero yo no te tenido conocimiento de ella hasta ahora y pienso que hoy Día de la Madre, es un buen día para que otros muchos la lean. Dice Erich Fromm que el amor de madre es incondicional, omniprotector y envolvente; como es incondicional, tampoco puede controlarse o adquirirse.

Tan incondicional es el AMOR de una madre que de todos es sabido que aman a sus hijos porque son sus hijos, sin más, independientemente de sus buenas o malas cualidades o de su buen o mal comportamiento. Como madre puedo entender la petición de las madres de los etarras encarcelados que exigen los “derechos de sus hijos” y, como madre también, cómo no entender y apoyar a la madre que escribe esta carta, madre que ha perdido un hijo para siempre. La muerte de un hijo es antinatural, jamás deberíamos sobrevivir a un hijo, pero si este hecho se produjera, las circunstancias de ésta pérdida aminorará o aumentará el dolor. Y, qué mayor dolor que la pérdida de un hijo a manos de un grupo de ideología revolucionaria, ¿puede haber consuelo para una muerte tan inútil? Esta es la carta:

DE MADRE A MADRE:

“Vi tu enérgica protesta delante de las cámaras de TV, en la reciente manifestación en favor de la reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a sus familiares, y con mejores prestaciones.

Vi cómo te quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y de lo que supone económicamente para ti, ir a visitarlo como consecuencia de esa distancia.

Vi también toda la cobertura mediática que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas que querían ser solidarias contigo, y que contabas con el apoyo de algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos humanos, ONG etc. etc.

Yo también soy madre y puedo comprender tu protesta e indignación.

Enorme es la distancia que me separa de mi hijo. Trabajando mucho y ganando poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los domingos, porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación del resto de la familia.  Felizmente, también cuento con el apoyo de amigos, familia, etc. Si aún no me reconoces, yo soy la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos menores, y que fue asaltado y herido mortalmente a balazos disparados por tu hijo. En la próxima visita, cuando tú estés abrazando y besando a tu hijo en la cárcel yo estaré visitando al mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio.

¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro modo: seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor. Ni a mi casa, ni en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades (ONG), que tan solidarias son contigo, para darme apoyo ni dedicarme unas palabras de aliento. ¡Ni siquiera para decirme cuáles son MIS DERECHOS!

Quizás entre todos, podamos revertir estos valores que existen en nuestro país, donde los delincuentes, ladrones, terroristas y corruptos tienen más derechos que los ciudadanos honrados y trabajadores, que sólo queremos vivir en paz.

¡LOS DERECHOS HUMANOS SON PARA LOS HUMANOS DERECHOS!

FELIZ DÍA DELA MADRE